Evelyn Victoria Dickinson, elfa pura nacida en la Ciudad del Vapor, en una de las más altas castas e hija de un matrimonio adinerado y bastante restrictivo. A su padre, Edmund Dickinson, le hubiera gustado tener un primogénito que siguiera sus pasos en el negocio familiar de la abogacía y las leyes, pero tras nacer Evelyn, el matrimonio no pudo tener más hijos por problemas de salud de su madre, Beatrice. De sus abuelos no sabe mucho, pues no los conoció, pero alguna vez ha oído a su madre hablar de que el padre de su padre, abuelo paterno, tenía serios problemas con el alcohol y torturaba a su mujer y su hijo constantemente.
Hija de unos padres muy estrictos y firmes, Evelyn siempre se refugió en los libros de todo tipo: poesía, literatura, historia, geografía, arte... Un bien poco preciado en la tecnológica Ciudad del Vapor, pero que todavía algunos admiraban. Eso la llevó a querer estudiar algo relacionado con ellos al llegar a la universidad, y aunque sus padres no lo apreciaban, le concedieron el capricho. Ellos hubieran preferido que acabara en la rama de las ciencias, realizando grandes descubrimientos y levantando el nombre de la familia Dickinson, pero supusieron que tras el capricho, la "niña" se volvería al buen camino.
Una vez en la universidad conoció a Dorian O'Wayne, quien se convertiría en su mejor y único amigo en poco tiempo. Junto a él descubriría vida más allá de su hogar y sus libros y empezaría a asistir a lecturas y a alguna que otra fiesta, donde comenzó a reconocer ciertas sustancias que tomaban otros estudiantes, similares a aquellas que había visto alguna vez en su casa anteriormente. No obstante, no le dio mucha importancia en ese momento.
Por primera vez se sentía libre y lo suficientemente mayor como para tomar alguna que otra decisión, y así fue como se apuntó a un programa de intercambio cultural junto a Dorian para visitar por unos meses la universidad de Calima, donde esperaba encontrar nuevas inquietudes, nuevo conocimiento y nuevas aventuras que añadir a su vida.