El barrio de los Artilleros está enteramente dedicado a la construcción de almadías, botes, y cualquier otra cosa necesaria para el propósito principal de la Ciudad del Lago, que no es otro que el comercio. Cada día, un pequeño bosque de antiguos robles es troceado por un ejército de carpinteros a fin de crear los largos tablones necesarios para dar forma a la quilla de las naves. Los herreros martillean sus yunques a todas horas del día para fabricar los miles de remaches de hierro forjado y de cables necesarios para fijar los tablones a las quillas. Centenares de remos se construyen a partir de altos abetos. Cientos de metros de cuerda se tienden, tirantes, entre los edificios para que el sol los seque. Las velas son cortadas y cosidas cuidadosamente por artesanos expertos, y luego pintadas con los colores de la ciudad. Los toneleros trabajan sin cesar para proporcionar los innumerables contenedores necesarios cada año para exportar productos locales, o importar vinos de calidad u otros objetos exóticos.

La mayoría de los botes aquí construidos son esquifes y barcoluengos encargados por comerciantes privados, pero cierto número de barcoluengos mayores ha sido recientemente encargado por el Consejo cívico. Los botes más pequeños se emplean a diario en la Ciudad del Lago para todo tipo de usos, y se trata de esquifes de quilla redonda que permiten albergar a dos, cuatro u ocho remeros en bancadas que miran a popa. Los barcoluengos utilizados para el transporte de mercancías o de hombres armados pueden tener entre 15 y 24 metros de eslora. Van equipados con remos a todo lo largo de la nave, pudiendo tener entre 10 y 20 bancadas de remos (el gran bote dorado del gobernador de la ciudad tiene 30 bancadas).

A pesar de su longitud, incluso los barcoluengos mayores construidos en la Ciudad del Lago están diseñados para ser relativamente ligeros, puesto que es necesario sacarlos del agua y cargarlos en los carros utilizados en la Escalera de Girion.

Barqueros de Esgaroth

Barrio de los Astilleros

Hay muchos barqueros en la Ciudad del Lago, desde los que tripulan los pequeños botes enviados a remolcar las almadías de barriles que bajan por el río del Bosque, hasta los más aventureros que abandonan sus familias durante meses para llevar sus botes a tierras tan distantes como Dorwinion y el mar de Rhûn. Todos son muy expertos y, especialmente en el caso de los botes más pequeños, a menudo son los dueños del bote que emplean para sus actividades (por contra, las embarcaciones mayores suelen ser propiedad de acaudaladas familias de mercaderes).