Localizaciones de Esgaroth.


Desde los grandes días antiguos, cuando un reino poderoso de hombres del Norte se extendía a lo lejos desde la Montaña Solitaria, ha habido una ciudad en el lago Largo. Surgida de una pequeña comunidad que nació en su orilla occidental, el poblado de Esgaroth se convirtió en puerto comercial cuando familias de mercaderes decidieron trasladarse aquí desde Valle. Construyeron almacenes y grandes residencias para vivir, y seguir de cerca las idas y venidas de sus mercaderías. Durante muchos años posteriores, los botes de los Hombres de Esgaroth fueron vistos río arriba y río abajo, con sus bodegas llenas de oro, y sus cubiertas atestadas de guerreros con armadura, listos para llevar la guerra a tierras lejanas. Cuando Smaug descendió sobre Erebor hace casi 200 años, la ciudad de Esgaroth quedó milagrosamente a salvo. Valle no tuvo tanta suerte, y aquellos de sus habitantes que fueron capaces de escapar con vida se vieron obligados a buscar asilo entre los hombres del lago. Pero con el tiempo, incluso el asentamiento a orillas del lago tuvo que ser abandonado por miedo al Dragón, y los hombres del lago construyeron nuevos edificios directamente sobre la superficie del lago Largo, esperando que sus aguas profundas y frías les pudieran mantener a salvo del fuego. Así nació la Ciudad del Lago, y allí perduró bajo la sombra de la montaña hasta la noche en la que Smaug cayó sobre ella, y desapareció en una nube de vapor y de chispas.

Hoy en día, un gran puente de madera conduce desde la orilla occidental hasta la nueva ciudad de Esgaroth, reconstruida unos cuantos kilómetros al norte del lugar donde los huesos de Smaug yacen sin que nadie se acerque a ellos. Más grande que antes, el nuevo hogar de la gente del lago también está construido sobre pilares de enormes árboles del bosque clavados en el fondo del lago, y sus edificios, muelles, y calles bullen con las actividades de un pueblo que disfruta de un nivel de prosperidad mayor que nunca.

Hábiles elfos del reino de Thranduil han ayudado en la reconstrucción, y su astuto arte es visible en los muchos arcos que se curvan grácilmente como ramas de árbol a través de las anchas calles, y en los bellos calados que adornan las fachadas de diversas casas.

A día de hoy Esgaroth es una ciudad libre, regida por un gobernador elegido de entre los viejos y los sabios, que dirige los asuntos oficiales desde una gran casa en la plaza del mercado principal, en nombre de la gente de la Ciudad del Lago, y asesorado por una asamblea de consejeros. Su deber es salvaguardar y preservar la paz y la riqueza de la ciudad, administrar su comercio y sus políticas. En años recientes Esgaroth ha empezado a sufrir por causa de la proximidad de Valle: temiendo por la independencia de la Ciudad del Lago, el gobernador de Esgaroth refuerza sus relaciones políticas y comerciales con el Reino del Bosque.

Los Elfos del Bosque Negro siempre han sido bienvenidos en la Ciudad del Lago, y éstos enviaron una ayuda muy necesaria cuando la ciudad fue destruida por Smaug. Los elfos nunca han dejado de ser una vista cotidiana para los hombres del lago, tanto a lo largo de los muelles, como en las casas de las familias de mercaderes más modernas e influyentes.