La corriente del Gran Río cambia: cuando las tormentas o el deshielo alimentan sus afluentes, como el río del Torrente, su cauce crece y se vuelve infranqueable excepto mediante un bote, o cruzando por las piedras del Viejo Vado. En los días de antaño, el Unknown cruzaba el río por este punto sobre un puente de piedra que habían construido también ellos, y que los hombres del reino del norte agrandaron después para que pudieran pasar sus ejércitos. Con el tiempo, el puente terminó por derrumbarse, dejando tras de sí los pilares erosionados por la acción del agua, entre los que descansan los fragmentos de una estatua rota que representa a un rey ya olvidado.

Hasta no hace mucho, el vado era un lugar frecuentado por bandidos y ladrones, que igual pedían peaje a los viajeros que pasaban por allí que les robaban. Pero ahora los Beórnidas protegen el vado (y aunque el peaje es alto, al menos nadie roba) e incluso se habla de construir un nuevo puente sobre el Anduin, aunque dicho proyecto está más allá de la capacidad de los hombres que viven en las Tierras Ásperas.

Muy cerca del Viejo Vado se encuentra el Salón del Cruce, la famosa posada de Gelvira Remueveollas.