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  1. Organizations

Sociedad Científica Union Geographic

Compañia

Bajo el lema responsum, in natura est (en lengua antigua, la respuesta está en la naturaleza), nace la Sociedad Científica Union Geographic con el objetivo de conocer el Nuevo Mundo, descubrir sus secretos y protegerlos para que el conocimiento que esconden no se pierda y nuestros descendientes tengan la oportunidad de sobrevivir en este nuevo continente y no se vea obligados a exiliarse nunca más.

Manifiesto fundacional

El Viejo Mundo se muere. La codicia desmedida nos llevó a la guerra, al hambre y al agotamiento de los recursos naturales, amenazando con acabar con el futuro de nuestras especies. Razas enteras sucumbieron bajo el yugo de la esclavitud por esa codicia, lo que llevó a guerras entre hermanos y al sufrimiento
innecesario de incontables seres. Tal fue la codicia que acabó con nuestros bosques, mares, ríos y toda la belleza que el Viejo Mundo tenía que ofrecer. Incluso arrasamos con nuestros cielos, volviendo el aire irrespirable, lo que nuestros antepasados jamás creyeron posible.

Todo esto lo hicimos ignorando las advertencias que nuestros sabios, nuestros mayores y nuestros científicos nos dieron. Nos avisaron de que nuestro mundo no era infinito, nuestros recursos no eran ilimitados y que nuestros actos tarde o temprano traerían consecuencias. Y esas consecuencias llegaron al Viejo Mundo. Huyendo de esa destrucción, tuvimos que buscar un nuevo hogar cruzando el mar que nadie antes había podido cruzar. Sólo unos pocos afortunados de los que emprendimos el viaje conseguimos llegar a nuestro destino, pero muchos quedaron en el camino, y la gran mayoría nunca tendrá esa oportunidad.

Unión es la primera colonia de este Nuevo Mundo, que ha permanecido inalterado desde tiempos anteriores a las primeras leyendas. Es nuestra oportunidad de no repetir los errores del pasado y de asegurar un futuro para nosotros, para nuestros hijos, y para los hijos de nuestros hijos. Pero esta oportunidad es también nuestra responsabilidad. Nuestro es el deber de garantizar ese futuro, utilizando los conocimientos que tenemos y escuchando ahora las advertencias que antaño desoímos. Es nuestro deber no conformarnos con lo que ya sabemos, sino ampliarlo y desarrollarlo en pos de ese futuro, pero no de manera separada, sino como las partes de un todo que compone el mundo en el que vivimos: unir la sabiduría de nuestros ancestros, el conocimiento de nuestros científicos, la técnica de
nuestros artesanos e ingenieros y las artes de nuestros magos y alquimistas.

Con este fin, nace la Sociedad Científica Union Geographic. Bajo el lema responsum, in natura est (en lengua antigua, la respuesta está en la naturaleza), buscamos cumplir este objetivo: conocer el Nuevo Mundo, descubrir sus secretos y cuidarlos para que nuestros descendientes se vean obligados a emprender el viaje a un nuevo “Nuevo Mundo” para sobrevivir, ya que es muy posible que no tengan esa oportunidad.

Crónicas del Black Jack: Más allá de la Colonia.

El Nuevo Mundo

Costó casi un ciclo entero poner a punto el Black Jack tras nuestra llegada a Unión, la escasez de material técnico y las modificaciones necesarias para este nuevo lugar retrasaron el propósito por el que llegamos aquí.

Finalmente conseguimos solventar las dificultades con las fuentes de combustible y las interferencias en el instrumental de posicionamiento, y el navío, su capitán y su tripulación estuvieron listos para partir.

Ésta es la primera crónica de sus viajes por el nuevo mundo.

 

La primera incursión, propiamente dicha, en exterior de la colonia no presentaba grandes pretensiones: no contábamos con la seguridad de saber qué podíamos esperar y dábamos por sentado múltiples y variadas amenazas y más teniendo en cuenta los incidentes ocurridos dentro de la colonia y la mas que probable presencia de nativos poco amistosos. Aun así iniciamos nuestro camino a poca altura sobre la superficie terrestre para mantener buena visibilidad del terreno recorrido. Lo que encontramos, sin embargo, superó todas nuestras expectativas: a poco kilómetros de los muros de la colonia la vegetación nos forzó a elevar nuestra nave por encima del dosel arbóreo hasta encontrar algo parecido a un claro donde poder atracar y descender a tierra.


Pocos lugares quedan en el viejo mundo con tal densidad vegetal y tan poco alterados por la acción de los seres desarrollados, las travesías a pie se hacen largas y tediosas por la inexistencia total de senderos a excepción de algunas trochas de pequeños animales del todo insuficientes para nadie que supere el medio metro de altura. Eso si, la diversidad presente es sencillamente abrumadora, hay especies vegetales que recuerdan a las ya existentes en el viejo mundo pero con algunas diferencias y hay otras muchas totalmente desconocidas. Hemos podido comprobar de primera mano que existen especies comestibles y especies que nos atreveríamos a llamar mortalmente venenosas ya sea por sus propias características o por la cantidad de radiación de está presente en todas partes. Todas las muestras que tomamos presentaban niveles muy superiores a lo que consideramos normales y no descartamos que una exposición prolongada pudiera tener efectos negativos en los colonos. La fauna, por su parte, está perfectamente adaptada a este medio, de hecho  su observación directa nos fue muy útil para descartar los vegetales mas peligrosos.

 

Concretamente nos encontramos con unos frutos de color azulado que al madurar se abrían y dejaban ver su interior una carne transparente y sumamente dulce repleta de semillas, curiosamente observamos que los animales que se alimentaban de ellas escupían las semillas en lugar de tragarlas y esto nos hizo pensar en que sería mejor hacer lo mismo. Mas tarde, en el laboratorio de la nave, confirmamos que el interior de las semillas tiene una altísima concentración de sustancias toxicas por lo que no recomendamos su consumo bajo ningún concepto. Decidimos llamar a esta especie "Akebia fulminante" aunque una investigación posterior podría arrojar un nombre mas científico una vez estudiada la familias vegetal  a la que pertenece.

 

Volviendo a los animales vimos y encontramos rastros de animales ya conocidos en las colonia como los serpiciervos, ranacoles y murcielagatos. También vimos otras especies aún desconocidas como unos pequeños Ictiobatracios, o pequeños peces con extremidades de sapo y de múltiples colores. Estos pequeños seres resultaron ser totalmente inofensivos e incluso juguetones aunque sus ritos de apareamiento nocturnos resultan un tanto estridentes. Son muy abundantes cerca de cualquier curso de agua o charca y se les puede ver tanto dentro como fuera del agua.

 

Hemos podido observar directa o indirectamente muchos tipos de animales, que darían para otra crónica solo de fauna local, pero todo apunta a que la mayoría de las especies de este nuevo mundo son el resultado de una hibridación transversal, es decir, una mezcla naturalmente funcional entre especies distintas. Este hecho unido a la alta concentración de éter en el medio, que parece llevar ahí desde siempre, confirmarían la teoría del Desarrollo Transversal de las líneas evolutivas complejas formulada por la Doctora Aktaie, que explica las implicaciones del éter en la evolución de las especies y concretamente en el origen de líneas evolutivas aparentemente imposibles pero existentes.

 

Continuando con nuestra expedición y dejando a un lado la fauna y flora que vimos y, sobre todo, escuchamos en nuestras noches bajo las estrellas; realizamos un hallazgo increíblemente sorprendente y que abre toda una nueva vía de investigación: entre la frondosidad del bosque y cubierta por musgo encontramos una serie de estructuras artificiales, principalmente bloques de piedra cubiertos por el musgo y maleza.

Tras un mapeo preeliminar concluimos que se trataba de algún tipo de asentamiento de gran antigüedad. Si hubo un tiempo en que estos bosques estuvieron habitados por alguna civilización, el lugar fue abandonado hace tanto tiempo que la naturaleza lo ha vuelto a conquistar y está a punto de tragarse su existencia para siempre. Aún está por descubrir qué clase de civilización habitaba aquí y qué fue lo que les ocurrió, de mismo modo que permanece en el misterio si guardan alguna relación los las criaturas nativas que ya conocemos. ¿Podría tratarse del mismo pueblo? ¿Existe alguna relación entre la presencia de unos y la desaparición de otros? ¿O tal vez se trate de civilizaciones totalmente distintas y separadas en el tiempo?

Para dar respuesta a todas estas preguntas, Union Geographic ha establecido un pequeño campamento de investigación en dichas ruinas y , en el momento de publicar está crónica, ya contamos con algunas muestras interesantes, transcripciones de petroglifos sin descifrar y estamos trabajando en una reconstrucción teórica del terreno.

 

Una vez mas, regresando a nuestro viaje, podemos concluir que, si bien la distancia recorrida no fue mucha, la información recogida resultó de gran utilidad y sienta las bases de toda una larga serie de futuras expediciones para explorar este nuevo territorio desconocido y salvaje.

Sin mucho mas que añadir os invitamos a seguir las crónicas de nuestros viajes y, si alguien se atreve, a acompañarnos en nuestra próxima salida fuera de la colonia.


Dra. Ilara Aktaie