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En esta ocasión nuestra historia comienza en la Reserva india Fort Peck, más de un mes antes que nuestra participación en estos hechos se produjera. Allí, una exploradora mestiza, a la que llegaríamos a conocer muy bien, y que hasta esa fecha se ocupaba de mostrar la reserva a blancos ociosos,Tayen "entre dos truenos", al ir a visitar a su mentor, el shaman indio (bien es cierto que retirado, y casi olvidado por los suyos) Ishna Witca, lo encontró muerto. Había sido disparado, y luego sus órganos se habían sacado de su cuerpo para, finalmente, realizar algún tipo de rito con su sangre en el suelo. La joven exploradora revisó el lugar antes de dar aviso a las autoridades, encontrando que varios fetiches del anciano habían desaparecido. Más tarde sus pesquisas le indicaron que un hombre, blanco, con barba, de complexión alta y corpulenta, había estado allí, y que se había ido durante la tarde noche, en un coche azul oscuro. Desgraciadamente no había más datos. Sin embargo sintió... algo. ¿Quizás el espíritu de su mentor que buscaba venganza? Llevada por esa sensación, Tayen "entre dos truenos"siguió un rastro de muertes horribles, cortadas por el mismo patrón, por todo el norte de EEUU, llegando siempre con cuatro o cinco días de retraso. Hubo cadáveres en Minot, Katay, (ambos en Dakota del Norte); Fargo y Rotsay (Minesota); Chicago (Illinois) y Marienville (Pensilvania).

Finalmente, el 10 de diciembre de 1922 llegó a Arkham... en donde los peculiares asesinatos han atraido la atención del grupo de caballeros congregados en el Club de tiro de Arkham: Seth Aaron Donski, William LLoyd, Frank SalazarAlexander Von Dietrich

En efecto, a pesar de estar en diversos periódicos locales, y como simple nota al margne, la habitual curiosidad por este tipo de asuntos, unida por el ánimo macabro, hacen que el número de crímenes les llame la atención, así como igualmente el que la línea de crímenes parezca apuntar hacia la misma Arkham.

Pero mientras los caballeros del club tienen tales preocupaciones, Tayen "entre dos truenos" ha llegado a la ciudad, y tras algún encontronazo sin graves incidentes con la policía, y tras pedir información a una amable señora, llega a las diversas tiendas de antigüedades... encontrando en la primera los datos para encontrarse con los caballeros del honorable Club de tiro de Arkham. Durante los siguientes días, mientras el mal tiempo asedia la ciudad de Arkham, nuestros héroes siguen los pasos del asesino mientras, poco a poco, como si de migas de pan se trataran, van localizando las pistas que les conducen a creer que el responsable no es sino su antiguo compañero Harry McLendon.

En la Tierra de los sueños nuestros héroes, gracias a la ayuda de una de las niñas que, a lo que parece, regenta la biblioteca de Thaderis "la de la gran biblioteca", una pequeña tremendamente educada y, tal vez, un poco sabioncilla, que no llega a dar su nombre (¿pero puede ser que alguien le haya llamado Blancanieves?), averiguan que su antiguo compañero estuvo allí varios días, estudiando tomos así como preparando una celada para tratar de matarlos en ese mundo y, así, hacer que fuera más fácil en el mundo real convencerlos de que su plan era el único posible. También allí es donde descubren su plan: el mismo, tras volverse loco, ha entrado en contacto con  los intelectualmente y tecnológicamente superiores Mi-go, tratando (¿probablemente bajo sus instrucciones?) de realizar algún ritual para aprisionar a uno de los primigenios y, de esa manera, proteger la tierra del resto de horrores del mundo exterior. Bien es cierto que esclavizada a los Mi-go pero, para la mente quebrada del antiguo héroe, ¿no es mejor la esclavitud ante una raza alienígena cuyos pensamientos son medianamente comprensibles que la destrucción azarosa de toda la humanidad bajo los designios de dioses cuyas mentes y almas son tan incomprensibles como es lejana la luz de las más últimas estrellas?

En todo caso, Harry McLendon no solo ha dejado un reguero de cadáveres antes de llegar a Arkham, sino que pareciera que aquí sigue haciendo lo mismo. ¿Cual es el motivo de que asesine a Ainé Cloud y sin embargo no perpetre en su cadáver los mismos excesos ocultistas y rituales que en el resto de muertos? No aciertan nuestros héroes a descubrirlo. Tampoco aciertan a evitar que Harry McLendon elimine a quien, incluso antes de volverse loco, su atribulada mente había convertido en su antagonista: el anticuario Alfred Stanley

Herido tras ese combate, y esquivando a sus compañeros por última vez, Harry McLendon logra escapar, con su propósito de realizar ese ritual incólume. Afortunadamente nuestros héroes saben que aún no es capaz de realizarlo pero... ¿por cuanto tiempo? ¿cuanto tiempo tienen para evitarlo?