“No puedes pretender igualarme ni con espada ni con sortilegio. Ríndete ahora, y lo único que sufrirá será tu orgullo."

Eres un duelista, un Certament, un artista que pinta con la espada. Si te sientes insultado, defenderás tu honor o el de tus amigos, tu familia, tu cónyuge o tu amante. Si eres contratado por un noble Zandir para pelear en un duelo a muerte lo harás, pero sólo si se te otorga un pago acorde con tus talentos. Los Certaments son maestros del espectáculo, con espadas centelleantes, movimientos hábiles y hechizos de sonido y furia. A menudo te enfrentas a otros de tu tipo, para resolver una disputa o tal vez para impresionar a una posible amante. Rara vez os causáis daños permanentes entre vosotros por asuntos tan triviales. El duelo es un juego, como las cartas o el romance, y te dedicas a todos ellos con igual fervor. Otros asuntos son de consecuencias más serias. Cuando te alistas por un período con los centinelas de la ciudad o los guardias de élite, eres responsable de la seguridad de los demás. Puedes bromear y coquetear, pero siempre estás atento a la tarea en cuestión. Cuando te aventuras en el extranjero, lo haces con garbo, pero no deseas convertirte en un cadáver extravagante. Tus payasadas distraen a tus enemigos, y cuando debes hacerlo, eres frío y directo. Cuando relatas la historia más tarde en una taberna con vino, siempre puedes embellecerla. La narración también es un arte.