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Los formigos no componen lo que podríamos llamar un imperio. En Shabana, cada ciudad es dirigida por una reina que, bajo una forma de despotismo benévolo, ostenta la jefatura de estado y la religiosa. Para sus súbditos es a la vez madre, reina y suma sacerdotisa. Aunque las colonias son autónomas, sería un error asumir que las colonias formigas son individualistas. Los fórmigos tienen un arraigado espíritu de raza y una estrecha diplomacia entre las ciudades. Cada ciudad se apoya en sus vecinos más cercanos formando un entramado comercial, diplomático y bélico tan peligroso para sus enemigos como el Imperio Mida. Sin embargo, su descentralización hace que sus acciones conjuntas sean generalmente reactivas.

Esto es importante para entender cómo los fórmigos se relacionan con desconocidos. Un formigo asume que cualquier otro fórmigo que no haya sido marcado es un ciudadano respetable y que cumple con las obligaciones para con su colonia. Por lo tanto, lo trata como esperaría ser tratado el mismo. Sin embargo, las criaturas de otras razas le son extrañas pues es sabido que no sienten el deber para con sus iguales y son tratados con recelo. Esto cambia cuando se cruza con un individuo que haya sido marcado. Una reina o un emisario de la misma pueden marcar a un individuo. Esta marca es reconocible por cualquier fórmigo y puede usarse tanto para indicar que el individuo es un amigo de la colonia o una amenaza. También pueden ser utilizadas en fórmigos, lo cual se considera un honor reservado a los más nobles o a los más viles.

Todo aquel que alcanza el honor de ser considerado un amigo de la colonia es considerado como un  invitado en cualquier asentamiento fórmigo de la región y digno de ser favorecido por la reina. Por el contrario, una persona declarada non grata o enemigo será expulsada de cualquier ciudad fórmiga.

Objetivos

La raza fórmiga es una raza expansionista pero pacífica. Sus objetivos suelen estar marcados por el bienestar de sus ciudadanos y por favorecer las relaciones con sus vecinos no fórmigos. No obstante, en ocasiones un colectivo o individuo es capaz de desatar el odio de sus congéneres: los dirigentes fórmigos recurren entonces a sus mejores guerreros y aliados para dar caza a su enemigo de manera rápida e inmisericorde.

Miembros

Como raza, los fórmigos disponen de individuos de todo tipo y condición. Pero la mayoría de ellos se mantienen en sus pequeñas vidas. Los individuos más proclives a involucrarse en asuntos de estado y pedir y conceder favores son los sacerdotes, los emisarios de la reina y los guerreros. Una mención especial entre estos grupos son los emisarios de la reina que son una suerte de políticos, diplomáticos y espías. Los rumores dicen que también pueden hacer las veces de asesinos, pero ninguno ha sido involucrado públicamente en asuntos tan feos.