Nacido como lobo, el mediano de los trillizos del bosque de Saggezza, a una edad muy temprana se convirtió en hijo de Gaia como sus hermanos. Estuvieron muchos años juntos, en los que se dedicaron a aprender lo necesario. Hunter, un lobo de pelaje rojo desde que consiguió la capacidad de transformarse, prefería su forma de lobo o un híbrido a dos patas, así que poco salió de la madriguera, dedicándose a cazar y a las artes combativas.
La expansión de la República de Saggezza 200 años después de la guerra con el Imperio Dento acabó con la madriguera de los hermanos, perseguidos por los humanos y enanos de la región hasta que pudieron perderles de vista. Hunter cubrió a los que pudo en su huida, hasta que le superaron en número y tuvo que huir terminando en la Costa de la Muerte.
Allí se cobró muchas vidas debido a su odio hacia los humanos. Habían destruido lo que era su hogar y perdido a su familia, así que estuvo buscando mucho tiempo a sus hermanos, escondiéndose para recuperarse de las heridas de los combates y sobreviviendo comiendo lo que podía cazar o coger prestado.
En las tierras quemadas tampoco le fue muy bien. Los rivales de esta zona eran más duros, pero terminaban cayendo ante Hunter, tardando más en recuperarse. En uno de sus caminos, se encontró con Sikalog, éste emitía un aura similar a la de una aberración, por lo que Hunter se dispuso a combatirlo. Trató de derrotarlo, pero Sikalog sólo se defendió, y Hunter decidió dejar de luchar para preguntarle a qué estaba jugando. Sikalog le transmitió el mensaje de que su hermana Amaterasu estaba en un lugar seguro, en un pequeño templo a las afueras del Imperio Dento.
Cuando llegó al Imperio, Hunter usó su forma humana y sus artes de espionaje para recabar información. Tras recabar información de los rumores, decidió seguir a un humano que ese mismo día se iba a acercar al templo, y a un puñado de soldados que iban siguiéndole en las sombras. Cuando llegaron al templo, vió a su hermana y cómo esos soldados pretendían acabar con ella. Pero no sucedió. No cuando estaba tan cerca de volver a verla. Hunter se transformó, y acabó con todos los soldados. Amaterasu le reconoció inmediatamente, y le puso un brazal especial alrededor de la muñeca, que devolvió a Hunter a su forma humana y sello su capacidad de transformarse.
Tras una discusión con Amaterasu de qué hacer con Siete, decidieron mantenerlo con vida y huir de la zona.
Años posteriores, se enteraron de que en la Ciudad del Vapor había Zepelines a un Nuevo Mundo, para tener una nueva vida por lo que compraron 3 pasajes y decidieron embarcarse hacia el que seria su nuevo hogar.
