Danuvia es una gran ciudadela de piedra, establecida sobre las ruinas de una antigua ciudad por refugiados que huyeron del antiguo Imperio Phædrano durante las guerras de los cultos. Los habitantes de esta ciudad, altos, de piel broncínea y rasgos duros, son conocidos como danuvianos. Tradicionalmente carentes de cualquier forma de ambición, los varones danuvianos son uniformemente débiles, perezosos y atolondrados. Por ello la ciudad es gobernada por las hembras, que disponen de todas las posiciones de autoridad, conformando una ginecocrácia en cuya cúspide se haya la Reina de Danuvia.
El bien más cotizado que exporta Danuvia es su ejército mercenario, compuesto enteramente por arqueras, lanceras y espaderas. Sus guerreras, conocidas como Viragos, decoran su rostro con pigmentos coloreados y cabalgan a la batalla sobre Unknown. Equipadas con corseletes de hierro negro y brazales de parada, las danuvianas están consideradas entre las combatientes más capaces del continente.
En lugar de aceptar a sus propios y patéticos varones como pareja, las danuvianas buscan compañeros varones de otras tierras. Cada año la Reina de Danuvia organiza un gran desfile en la ciudad, llamado la Fiesta Conyugal, en el que varones de todas las nacionalidades están invitados a competir por el afecto de de las hembras de Danuvia. Los tres mejores “ejemplares” del desfile son recompensados con la admisión dentro del harem de la Reina, mientras que los demás son elegidos por el resto de personalidades de la sociedad danuviana, según el rango de cada cual.
Dos rutas de caravanas parten de Danuvia. La más concurrida es la que lleva al norte hacia la Ruta de las Tierras Salvajes, y de ahí a Kasmir. La ruta menos usada es la que se dirige al suroeste a través de las fértiles llanuras danuvianas en dirección a Astar y las instalaciones dracartanas del Lago Lago Zéphyro. Las caravanas de agua en dirección a Carantheum llegan a Danuvia en carretas, y allí el precioso cargamento trasmutado es cargado en barcazas terrestres para ser transportado a Dracarta atravesando los Desiertos.
Para cruzar el cañón del Río Río Muerto que los separa de Astar, Danuvia construyó el Puente Negro, dos puentes colgantes de hierro negro que parten de cada ribera para encontrarse sobre una espira central de roca. Una rampa en cada pared del cañón permite acceder al lecho del río.