Los pedazos del navío siniestrado son fácilmente identificables por los inusuales destellos arcoíris que emanan de ellos. Hasta la fecha se han encontrado unos pocos fragmentos del pecio. El mayor descubrimiento fue exhumado en el suroeste de Urag y ahora reside en la ciudad de cristal de Cymril. El Lyceum Arcanum tiene reputación de haber pagado en el pasado sumas de dinero de hasta diez mil lúmenes por la mayor de las piezas.
El Artefacto que constituye la prueba más importante para la historia de Talislanta está tristemente desaparecido desde los tiempos de los antiguos Archænos. El arca alienígena que hallaron las primitivas tribus se cree hoy que era de origen transdimensional. Los Sindaranos en particular buscan probar que el navío era de factura Neuriana, quizá porque los propios sindaranos son descendientes de dichos neurianos. Muy pocos estudiosos son tan fervientes perseguidores del esquivo arca como los maestros sindaranos. Antes de las modernas teorías muchos estudiosos y aficionados a la historia se contentaban con creer que el navío venía de un mundo más allá de Archæus.
Cualquier aventurero que por fortuna se tropezase con alguno de los restos de este maravilloso artefacto habría dado con el descubrimiento más importante no de toda una vida, si no de varias generaciones. Pedazos de metal alienígena, objetos desconocidos con funciones inextricables, gemas o materiales antinaturales que tenían algún propósito dentro del navío… las posibilidades son infinitas. Sin embargo los exploradores tendrían verdaderos problemas en lo referente a examinar estos tesoros o a venderlos, dado que pocos eruditos tienen el profundo conocimiento y el acceso a tomos antiguos necesarios para determinar que un objeto desconocido ciertamente proviene del Arca Alienígena. Aquellos que tienen la posibilidad de evaluar los objetos y juzgar las afirmaciones de los exploradores (posiblemente algún historiador sindarano con interés en ese campo específico) pueden verse tentados a intentar hacerse con el hallazgo para sí mismos, aunque ello implique silenciar definitivamente a los verdaderos descubridores. Después de todo, si unos bárbaros primitivos consiguieron arrancar el Orbe Archæno del casco del navío, ¿qué otras maravillas podría encontrar en tal lugar un académico verdaderamente formado?