1. Journals

Under the White Keep

One Shot

Formando el grupo

Davorin se sacudió la nieve de la capa y se adentró en la taberna que le habían indicado. Afuera el clima era helado pero soportaría cualquier tipo de clima por doce mil piezas de oro. El mediano se dirigió hacia la mesa de la esquina suroeste de la taberna, como decían las instrucciones que le habitan enviado. Para su sorpresa solo había sentada allí una figura que reconoció como una humana femenina aunque solo podía ver su espalda. Davorin se dirigió hacia la mesa con su movimiento balanceante e hizo un esfuerzo para subirse a la silla mientras se presentaba a la dama. Una vez sentado miró hacia su futura compañera y le extendió la mano que quedó petrificada junto al cuerpo del mediano al ver el rostro de la dama. La guerrera lo miró con su único ojo y sin siquiera mover un músculo de su rostro le dijo su nombre, Lizes, y nada más. 

Davorin comenzó a hablar sin detenerse por unos minutos mientras la mujer solo lo observaba, si no fuera por que había hablado antes el mediano creería que es una estatua. Se estaba comenzando a poner nervioso cuando de pronto otro de los contratados se sentó en la mesa. Un tiflin pálido con vestido de violeta se sentó junto al mediano, se presentó como Karvius y comenzó a escuchar al mediano hablar. Davorin le presentó a Lizes y comenzó a hablarle sobre su daga mágica. En eso estaba contando sobre las propiedades de su daga cuando una mujer enorme se acercó a la mesa y los miró uno por uno antes de anunciar que su nombre era Tayoral y sentarse en la mesa. Antes de que pudiera decir algo, un humano se sentó en frente de Karvius y tras presentarse como Vakilir comenzó a preguntar en que se especializaba cada uno. 

Obviando un poco a ambas mujeres, ya que era un poco obvio cuales eran las habilidades de cada una, el hechicero le preguntó a Karvius, que dijo ser un mago. Cuando Vakilir le pregunto donde estaba su libro, el tiflin se arremangó el brazo izquierdo y le mostró un tatuaje que al inspeccionarlo con detenimiento describía un conjuro de toque gélido. Vakilir desvió su atención hacia el mediano que le comenzó a contar sobre su daga cuando una figura encapuchada se acercó a la mesa y se sentó junto al hechicero. La mayoría reconoció el símbolo de Pholtus colgado de su cuello. El hombre, bastante entrado en años se presento como Kieran Lawson y luego de escuchar el nombre del resto sacó un mapa de su mochila. Tras discutir cual seria la mejor opción decidieron que cualquier vehículo los llevaría solo hasta la entrada del Bosque Darkroot por lo que seria gastar oro por poco viaje. 

Hacia el Torreón Blanco

Sin mucho más que discutir el grupo se preparó para partir hacia el Torreón Blanco. Pasado casi un día entero de viaje en el que, a excepción de Davorin y Karvius, casi ninguno se dirigió la palabra, se toparon con algo bastante peculiar: una linea en el suelo separaba la nieve de un césped de un intenso verde. Si bien seguía nevando sin ningún indicio de que en algún momento se detenga, frente a sus ojos veían todo el suelo cubierto de un verde césped que servia de antesala al bosque. Tayoral se acercó sin decir una palabra y el grupo pudo confirmar lo que sospechaban: un campo de fuerza rodeaba todo el bosque. Al ver que la bárbara lo cruzó sin ningún problema, el resto hizo lo mismo y comenzaron a caminar por el bosque.

A medida que cruzaban el bosque y se adentraban mas y mas entre la fauna, mas animales se podían ver merodeando por la zona. Contrario a lo que pasaría comúnmente, en lugar de correr asustados, los animales solo se limitaban a observarlos, incluso los animales más pequeños parecían estar vigilándolos. Los mercenarios estaban de acuerdo que lo más inteligente era cruzar el bosque sin interactuar con ningún tipo de criatura u objeto, por lo que siguieron su camino. Sin embargo, pasado un tiempo de estar caminando por el bosque, Davorin comenzó a sentir criaturas moviéndose por los arboles. Cuando se lo hizo notar al resto, decidieron seguir caminando ignorando a las criaturas pero al cabo de unas horas dos panteras negras les cerraron el camino mientras les echaban miradas amenazantes. Antes de que pudieran hacer algo un humano acompañado por una planta humanoide apareció de entre los arboles.

El druida

El hombre se presentó como Qawasha y les preguntó que estaban buscando en el bosque. Vakilir le indicó que solo querían cruzarlo para llegar al Torreón Blanco, por lo que el druida se ofreció a acompañarlos hasta el otro extremo del bosque. Aunque el grupo sabia que era más una invitación cordial a acompañarlos hacia la salida siendo vigilados mas que una amigable guía turística, también sabían que no tendrían otra opción, por lo que aceptaron ser acompañados por Qawasha. El druida, junto a las panteras escoltaron al grupo hasta el otro extremo del bosque donde se toparon nuevamente con la barrera que separaba la vegetación de la zona nevada. El hechicero le preguntó a Qawasha si a su regreso también estaría para escoltarlos, pero este dijo que aunque no podría asegurarle que seria el, alguien los estaría acompañando nuevamente mientras cruzan el bosque. 

El grupo siguió su camino hacia el Torreón Blanco por lo que pareció ser medio día más hasta finalmente llegar a una especie de volcán enorme que expulsaba aire aproximadamente cada 30 segundos. Davorin, que era el que iba adelante, notó que cerca del volcán se encontraba un géiser que servia de corriente de aire hacia el mismo volcán. Esperando al momento indicado, el mediano se adentra y descubre que hay una pequeña abertura en el techo de la cavidad. Vakilir asegura que tapando la abertura el podrán ingresar al volcán sin correr ningún tipo de peligro. Karvius se ofrece a taparla con un conjuro de mano de mago mientras el hechicero conjura trepar cual arácnido en Kieran. Davorin se sube a la espalda del clérigo y ambos trepan hasta la cima del volcán pero no encuentran nada dentro.

La mazmorra

Al volver al geiser para avisarle a Karvius, el mediano se tropieza con algo en el suelo y al inspeccionar con mas detenimiento descubre una trampilla muy fácil de perder a simple vista. Al abrirla, ven una escalera que desciende un par de metros y luego se pierde en la oscuridad. De a uno comienzan a descender con Davorin en la delantera inspeccionando por posibles trampas. Las escaleras descienden hacia un pasillo cubierto de agua que llega a unos diez centímetros del suelo, al final del pasillo que se extiende unos 100 pies, el mediano logra ver una figura que parece estar inmovil y aunque el mediano intenta comunicarse no recibe respuesta. Lentamente el grupo se acerca hacia la figura solo para darse cuenta que en realidad es una estatua, pero no cualquier tipo de estatua, sino una esfinge que al tener al grupo cerca comienza a hablar. La misma les dice que si quieren seguir deberán responder un acertijo: "Redonda es, pero plana a su vez, altar de ojos de plata, joya en el terciopelo negro, perla en el océano. Inalterada pero constantemente cambiante, por siempre". Sin dudar un segundo, Lizes respondió "La luna" e inmediatamente la esfinge abrió paso a los mercenarios.

Más adelante cruzando el pasillo se encuentran con que este se divide en tres posibles direcciones. Tras un pequeño debate deciden tomar el camino de la derecha que los conduce hasta un pasillo con las paredes recubiertas de cobre. Karvius utiliza un conjuro de detectar mágia en la habitación que efectivamente revela actividad arcana. El mago decide cruzar el pasillo que al parecer no parece causarle ninguno efecto, hasta que llegando al final comienza a notar un calor en el ropaje. Las monedas de oro que llevaba encima comenzaron a tornarse de un color rojizo y emanar un calor cada vez mas intenso. Karvius inmediatamente las arrojó al suelo esperando que el agua reduzca el calor de las monedas pero estas solo siguieron calentandose emanando vapor desde el agua. Vakilir decidió seguir al hechicero y ambos continuaron hacia la siguiente habitación, informándole al resto que esperen desde ese lado.

Primer arma

Karvius ingresó a la pequeña habitación y llegó a ver solo una puerta, pero antes de que pudiera siquiera reaccionar, esta se abrió dando pasó a decena de ghouls que comenzaron a atacar al hechicero y a salir de la habitación. Con ayuda de su toque gélido consiguió acabar con algunos, mientras Vakilir utilizaba saetas de fuego para acabar con el resto. Una de las criaturas llegó a escarparse del hechicero, pero Tayoral se acercó y con dos golpes certeros acabó con el ghoul en unos segundos, los suficientes para comenzar a sentir que su hacha comenzaba a calentarse por lo que decidió correr hacia el otro extremo. Kieran comenzó a correr pero a mitad de camino sintió toda su armadura calentarse, temiendo que el efecto continuara en la siguiente habitación, regreso para pedirle a Davorin que pase y le corrobore si esto era así, pero el mediano se negaba a cruzar. Mientras Kieran trataba de convencer a Davorin, Lizes cruzó el pasillo corriendo y desde el otro lado les informó que era seguro. El clérigo corrió hacia el otro extremo recibiendo quemaduras leves y el mediano lo siguió.

Al cruzar la puerta se encontraron con un pasillo con un piso curiosamente muy resplandeciente y dos huecos intercalados. En el primero llegaron a notar varias lanzas apuntando hacia el techo y aunque no llegaban a ver que había en el segundo supusieron que se encontrarían con mas lanzas. Kieran apoyó un pie en la superficie y al apoyarlo este siguió su rumbo casi haciéndolo patinar, el piso no tenia ningún tipo de fricción. Vakilir intentó usar su conjuro trepamuros pero tampoco había fricción en las paredes. La única manera que se les ocurrió fue la de clavar una soga y cruzar el pasillo colgados. Lizes utilizó una de sus flechas y la clavó en la pared más alejada con la soga atada y todos comenzaron a cruzar hacia el otro lado. Cuando llegó el turno de Kieran que fue el último en cruzar, la soga cedió y se cortó en el centro haciendo que el clérigo caiga al piso y resbalara hasta el pozo más alejado, cayendo dentro y clavándose un brazo y una pierna. El resto logró sacarlo y con un poco de su poder curativo siguió adelante sin muchos problemas.

El caballero caído

La siguiente habitación es bastante rara. En ella solo hay seis canoas y algo bastante llamativo, un río flotante que cruza la habitación por dos aberturas lo bastante grandes como para meter las canoas. Al observarlo con detenimiento, notan que el río fluye hacia la derecha por lo que deciden dividirse en grupos y avanzar sobre las canoas por el río flotante. Los primeros en cruzar son Kieran y Vakilir, seguidos por Tayoral y Karvius, y finalmente Davorin y Lizes en la última canoa. Las canoas fluyen por el río flotante que atraviesa una especie de túnel hacia la siguiente habitación. El grupo estaba tratando de calcular cuando detenerse cuando de pronto, al salir del túnel se encuentran con cuatro soldados de cada lado del río y un caballero caído comandandolos. Los soldados utilizan una red para apresar a los mercenarios y logran capturar a Kieran, Karvius y Davorin mientras el resto logra saltar antes de caer apresados. 

El grupo queda dividido a ambos lados del río donde se encuentran cuatro soldados por cada lado. Del lado izquierdo, ademas de encontrarse los capturados por la red, se encuentran el caballero caído y un elfo que está apresado a la pared. Los apresados logran liberarse rápidamente no sin antes de que Davorin reciba varios golpes. El mediano aprovecha la distracción del momento en que se liberan de la red para lanzarse al río y dejar que este lo arrastre. Karvius y Vakilir lanzan una bola de fuego que logra acabar con la mayoría de los soldados y alcanzan a Tayoral, pero la bárbara llega a cubrirse lo suficiente como para sufrir algunas quemaduras leves. Tras disiparse el humo solo un soldado y el caballero quedan de pie. Los mercenarios comienzan a batallar acabando rápidamente con el soldado pero complicándose con el caballero. De pronto, mientras Kieran ayudaba a Karvius a recomponerse y Lizes caía al suelo, Davorin aparece por el río y salta encima del caballero colgándose del cuello y clavandole la daga varias veces logrando acabar con él. 

Mantícoras

Mientras todos se recomponían, el semielfo comenzó a hablarles. Michael les explicó que lo capturaron cuando se adentró en la mazmorra siguiendo lo que había escuchado sobre las armas, ya que su tío es miembro del Colegio de Hechiceria de Agnaste. Aunque Vakilir desconfía completamente del semielfo y el hecho de que lo hayan dejado con vida, el grupo decide liberarlo y devolverle sus pertenencias, aunque le advierten que si hace algo extraño no dudaran en matarlo ni un segundo. Michael asegura que solo quiere salir de allí, mientras comienza a equiparse su armamento en la cintura. Karvius analiza el cuerpo del caballero caído y descubre que es el cadáver de Sir Bluto, un caballero de Cormyr que desapareció hace unos años sin dejar rastro y por el cual se ofrece una gran recompensa a cambio de información. Además encuentra una llave y nota que las botas que lleva son unas botas de zancadas que le entrega a Kieran ya que es el único con armadura pesada. Al usar la llave en la unica puerta que hay en la habitación, esta se abre.

Lo raro que les había parecido el río flotante de la anterior habitación se quedó corto con la sala que tenían ante sus ojos: una habitación enorme escalonada, con cinco bordes cuadrangulares que descendían 10 pies cada uno hasta llegar a una base pequeña donde se encontraban tres mantícoras dormitando. Los niveles de la habitación se alternaban entre uno normal y otro lleno de agua rodeada por una barrera de vidrio y repleta de criaturas acuáticas. Lo primero que hicieron fue acabar con las mantícoras a distancia, con la ayuda de bolas de fuego y flechazos, lograron derribar a las tres bestias para poder descender tranquilamente. La cuestión era que las criaturas acuáticas no eran muy amigables y luego de que Lizes y Davorin quedaran atrapados por un pulpo y tuvieran que ser liberados por Karvius, el grupo pudo descender hasta la base donde encontraron una puerta. 

El gnomo

Al abrirla se sorprendieron de ver una habitación bastante bien mantenida y ordenada con una cama en el centro y sobre ella, un gnomo sentado revoleando las piernas. La criatura dijo llamarse Elesh y les contó que estaba allí desde hace muchos años, tantos que no sabría decir el número exacto. Al parecer había perdido una apuesta donde tenia que adivinar cuantas agujas había en un frasco y al perderla lo dejaron encerrado allí. Cuando fue cuestionado sobre con que se alimentaba, el gnomo se levantó la ropa y mostró que le faltaban pedazos de su cuerpo. El grupo comenzó a debatir si liberarlo o no. Davorin le preguntó si sabia hacer algo, y el gnomo respondió haciéndose invisible. El mediano revoleo la mano a donde antes se encontraba la criatura y el golpe hizo que se vuelva visible de nuevo. Esto hizo dudar más a Vakilir que estaba en contra de liberar al gnomo.

El mediano le preguntó si sabia algo sobre las armas de Agnaste, pero la criatura le mostró dos anillos que llevaba puestos, uno de protección y el otro de usos arcanos, y le dijo que el solo tenia eso. El hechicero se interesó por el anillo de magia y le indicó al gnomo que si quería ser liberado se lo tenia que entregar como garantía. El pequeño se negó rotundamente, y Kieran propuso cambiar el trato y que el gnomo se los entregara cuando salieran de allí, algo que la criatura si acepto. Al ver la insistencia del hechicero con el anillo, el gnomo volvió a repetir que solo se lo daría si salían pero que podía quedarse con lo que había debajo del diván. Davorin se acercó para ver de lo que hablaba el gnomo y descubrió un cofre oscuro que abrió al instante. Allí encontró unas quince mil monedas de todo tipo, oro en su mayoría, y en el centro un mango oscuro. El mediano lo tomó y sacó del cofre una espada larga que parecía reflejar el universo en su hoja. La reconocieron al instante como una de las tres armas hermanas y decidieron que Kieran debería llevarla. 

Elesh

Una vez que todos estuvieron de acuerdo en llevar al gnomo con ellos, salieron de la habitación. Mientras el grupo ideaba una forma de subir, Kieran comenzó a escuchar una voz profunda que le decía que tenia hambre y necesitaba alimentarse con almas. Luego de unos segundos se dio cuenta de quien le estaba hablando, la espada se comunicaba telepáticamente y solo él podía escucharla. El clérigo le indicó a Blackrazor que la ayudaría a alimentarse si esta le indicaba donde estaban las otras armas, pero la espada le indicó que no lo sabia pero podría escucharlas si estaban cerca. Kieran terminó de conversar con la espada para darse cuenta que el resto estaba intentando escalar y nadar por el agua que ahora estaba protegida por una barrera invisible. El clérigo les recordó sobre sus botas que lo ayudaban a saltar el triple de lo normal, por lo que subió sin problemas y con la ayuda de sogas lograron salir de la habitación.

Antes de regresar al cruce, el grupo decidió descansar en la sala donde se encontraban los ghouls. Kieran aprovechó el momento para atenuarse con Blackrazor y conocer de lo que era capaz. Al finalizar se dio cuenta que la espada era muy poderosa, pero necesitaba alimentarse de almas periódicamente, de lo contrario consumiría el alma del portador o cualquiera que tenga a su alcance. Una vez que el resto se levanto, Kieran compartió esta información con el grupo indicándoles que deberían apresurarse ya que su alma corría riesgo.

Los mercenarios volvieron nuevamente al cruce de la esfinge para poder tomar otro camino. Fue en ese momento que Karvius le hizo notar a Vakilir que podrían liberar a Elesh ya que se encontraban en la salida. El hechicero se dirigió al gnomo indicándole que debería era libre y podía irse si le entregaba el anillo de magia. Elesh le pregunto por donde era la salida y una vez que el hechicero le indicó el camino, el gnomo comenzó a caminar haciendo caso omiso al pedido de Vakilir de que le diera el objeto mágico. El hechicero comenzó a acercarse para evitar que el gnomo se vaya pero en ese momento,  la criatura comenzó a aumentar de tamaño hasta tomar su verdadera forma, un Unknown

Davorin rápidamente disparo una flecha rozando al oni que se dio vuelta furioso cuestionando el accionar del mediano. Vakilir insistió en que debía entregar el anillo de magia ya que lo había liberado. Elesh, tomó ambas joyas en sus manos y las apretó destruyendo los anillos y arrojándolos al suelo para luego sacar su lanza y arremeter contra el grupo. Vakilir utilizó un conjuro de miedo que hizo soltar su arma a Elesh y comenzó a alejarse. Davorin logró interponerse entre el oni y la salida para evitar que escape, pero el mediano terminó doblando la esquina de la mazmorra impidiendo al resto tener al oni a la vista. Kieran tomó el arma de la criatura y se acercó para ayudar a Davorin. Viendose limitado por el espacio estrecho de los pasillos, Vakilir decidió arrojar una bola de fuego que impactó a Kieran, dejándolo inconsciente, pero también logró acabar con el oni.

Carnoso

El hechicero comenzó a reprocharle al resto el hecho de que el gnomo fuera un oni disfrazado, enfatizando en que el había desconfiado desde un principio. Luego de discutir sobre el hecho de agregar o no gente al grupo, decidieron seguir por el camino de la derecha para seguir buscando el resto de las armas. El siguiente pasillo los lleva hacia dos habitaciones. En la primera, a la que Davorin ingresa con sumo cuidado, se encuentran con cinco golems de carne con números en sus pechos: 3, 5, 7, 9 y 11. Uno de los golems les indica que tienen 60 segundos para elegir al correcto, si aciertan este los obedecerá, si fallan perecerán. Davorin escoge al 9 luego de unos segundos pensando y este le responde que eligió la respuesta correcta. El golem se transforma en el nuevo sirviente de Davorin, quien lo bautiza como Carnoso y el resto se dispersa dejando despejada una puerta.

La puerta los conduce a un pasillo donde encuentran una especie de mecanismo parecido a un molinete que los deja pasar hacia adelante pero al inspeccionarlo notan que no podrán volver una vez que avancen, por lo tanto deciden inspeccionar la otra habitación antes de seguir. La misma contiene nueve orbes opacos de color rojo colgados del techo. Mientras el grupo los inspecciona, la puerta se cierra detrás de ellos, dejándolos encerrados. Davorin le indica a Carnoso que rompa uno de los orbes del que salen dos espectros. Al acabar con estos, el grupo descubre una llave en el suelo. Prueban abrir la puerta pero la llave no funciona, por lo que deciden seguir rompiendo orbes. Cuando rompen el del centro, un anillo cae al suelo y antes de que alguien pueda reaccionar comienzan a escuchar una voz en su cabeza. El objeto comienza a hablarles informándoles que no podrán salir de la habitación a menos que alguno lo lleve colocado en una de sus manos y comienza a enumerar todas sus propiedades que incluyen conjurar volar a voluntad y un solo uso de deseo, pero a cambio el portador perderá parte de su vida diariamente desde el momento que se coloque el anillo. Además, el objeto aclara que una vez colocado no podrá ser removido o perderá todos sus poderes. 

Las plataformas

Kieran y Tayoral rechazan el anillo de inmediato, al igual que Vakilir. Lizes muestra interés en un principio, pero luego de meditarlo decide que no es para ella. Karvius y Davorin deciden debatir quien debe quedarse con el anillo. El mago indica que quiere usar el deseo para acabar con la maldición de su raza, mientras que el mediano quiere utilizar el deseo para convertir a Carnoso en una persona. Vakilir comienza a hacer de intermediario hasta que logra su cometido, cuando Davorin ordena a Carnoso que tome el anillo y Karvius se apresura a retenerlo, el hechicero aprovecha el momento para colocarse el anillo. Sonriendo con su nueva adquisición, el hechicero les indica que deberían proseguir. Con una de las llaves que encontraron en un orbe, logran abrir la puerta y ya que Vakilir tiene el anillo en su mano, el grupo puede seguir su camino. 

Tras un debate corto, los mercenarios deciden cruzar el molinete y resolver como volverán al regreso. Una vez que todos cruzaron, pasaron a la siguiente habitación: un cuarto enorme de unos 300 pies de largo y unos 60 pies de profundidad con el piso cubierto de una especie de barro caliente, dos geisers que expulsan vapor en periodos de tiempo distintos y colocados en ambas puntas de la sala y solo una plataforma al mismo nivel de la que se encuentran los mercenarios en el otro extremo de la habitación separada por 8 plataformas circulares que cuelgan del techo sostenidas por una cadena que se engancha al centro.

Kieran se ofrece a cruzar primero, con la ayuda de las botas logra saltar las plataformas de manera mas sencilla llevando una soga que cruzan la habitación. Tras unos minutos, el clérigo, y Davorin, que lo seguía detrás colgado de la soga, llegaron al otro extremo de la habitación donde se encontraron con un arco que llevaba a una sala completamente oscura. Mientras Vakilir y Lizes cruzaban la sala, Karvius envió a su familiar convertido en un búho para que observara la habitación pero este fue succionado por la oscuridad. Kieran desenvaino a Blackrazor y le preguntó si podía observar o sentir algo y la espada le dijo que si, sentía a una de sus "hermanas" dentro de la habitación y un ataúd abierto. Antes de que Kieran pueda decir algo, Davorin ingresó en la habitación y se perdió en la oscuridad y luego de pensarlo unos segundos el clérigo ingreso detras del mediano justo en el momento en que Lizes llegaba junto a Vakilir.

Segunda arma

Tras unos minutos de debate, Davorin emergió de la oscuridad con total tranquilidad. El hechicero le preguntó que había dentro y que estaba pasando, a lo que el mediano respondió que no había nada y que estaba todo bien. Vakilir y Lizes comenzaron a preguntar por Kieran y en ese momento el clérigo también salió preguntando porque tardaban tanto. Al preguntarle porque no salía de la habitación, el clérigo se molesta y les dice que una de las armas se encuentra dentro de la habitación pero no logran encontrarla y están perdiendo discutiendo sin sentido. Lizes y Vakilir asumen que tiene sentido y se adentran en la habitación junto a Kieran y Davorin.

En el otro extremo, Karvius, Tayoral y Michael esperan a que el resto regrese para no correr riesgos, pero pasados varios minutos, incluso una hora, el resto ni siquiera se asoma a informar sobre algún progreso. Los tres deciden entonces que deberán cruzar por las plataformas. Les toma unos minutos y algún que otro tropiezo pero todos llegan al borde de la oscuridad. Davorin sale de la habitación y los invita a ingresar para recibir ayuda, pero Karvius utiliza un conjuro de disipar magia en el mediano tras notarlo raro, lo que ocasiona que Davi salga de un trance y les comente que dentro de la habitación hay un vampiro que encanta a quien quiera que entre. El tiflin conjura nuevamente disipar magia dentro de la habitación y la oscuridad desaparece.

Encanto

Gracias a esto pueden ver por primera vez lo que hay dentro de la habitación: el vampiro se encuentra parado delante del ataúd y Vakilir, Lizes y Kieran detrás de él auspiciando de guardaespaldas. El no-muerto intenta encantar al resto pero el conjuro de Karvius lo impide y comienzan a batallar. Kieran se interpone entre el vampiro y el grupo, pero al recibir el impacto de una bola de fuego que el tiflin arroja, despierta del trance. El fuego llega a impactar a Vakilir que cae inconsciente y antes de que el clérigo pueda atacar al vampiro, este lo derriba de un golpe en la nuca dejándolo también fuera de combate. 

Tayoral rapidamente despierta a Lizes del trance propinandole unos sopapos y entre todos comienzan a atacar al vampiro. Michael se llena de adrenalina al asestar varios golpes y furioso por la caida de sus compañeros se coloca en la primera linea justo frente al vampiro que aprovecha la ocasión y lo muerde en el cuello. El semielfo aunque mal herido sigue peleando y entre todos terminan derrotando al vampiro. Mientras todos se recomponen de la revuelta, Davorin inspecciona el ataud y se encuentra con un fondo falso donde encuentra la segunda de las armas hermanas: el martillo de guerra. El grupo decide que Lizes debería llevar el martillo y se disponen a continuar.

Tercer arma

Al volver por el molinete recuerdan que este les impide el paso de vuelta, pero Lizes soluciona ese problema rompiendo el molinete a martillazos, algo que resulta super efectivo. Los mercenarios se dirigen al último de los pasillos donde suponen que se encuentran la tercer arma. Para su sorpresa, el pasillo los conduce hacia una especie de domo de unos 100 pies de diámetro rodeado por una capa de lo que parece ser un cuero fino y transparente que deja ver el agua hirviendo que se encuentra retenida. El cilindro está vacío a excepción de una criatura que se encuentra durmiendo en el extremo opuesto: un dragón negro joven. 

Las armas que llevan Kieran y Lizes indican que su "hermana" se encuentra en la habitación y que pueden escucharla cerca del dragón. Karvius convoca a su familiar transformado en topo para que vaya por debajo de la tierra. Este cava un pozo y atraviesa la habitación hasta llegar debajo del dragón donde se encuentra con un cofre enterrado. El tiflin revela la información al resto y Davorin se ofrece para ir por el túnel que cavó el familiar con una pala improvisada para poder sacar el arma. El mediano se escabulle por el pozo hasta llegar al cofre pero no puede lograr abrirlo, por lo que comienza a correrlo hacia atrás para tener mas espacio, pero al hacer el movimiento, el dragón despierta.

Sangre joven

Inmediatamente la criatura se abalanza contra los mercenarios que se encuentran en el pasillo y lanza una rociada de ácido que impacta contra la mayoría. Karvius y Vakilir comienzan a atacar a la bestia con bolas de fuego contantes mientras el resto trata de salir del rango de ataque del dragón. Davorin llega a abrir el cofre y tomar el arma además de un poco de oro y unos lentes mágicos y logra salir del hueco. Para ese momento los ataques a distancia de los hechiceros obligan a bajar al dragón a tierra para pelear con mas soltura. Pero esto termina siendo una ventaja para los mercenarios que tras varios ataques y golpes logran debilitarlo lo suficiente para que Lizes acabe con el dragón propinándole dos golpes contundentes con el martillo de guerra en la cabeza. Con el tridente, la última de las tres armas hermanas en su poder, el grupo regresa nuevamente hacia Acheron.

Epílogo

Tras cruzar el bosque y regresar a la misma taberna donde se conocieron, el grupo se reúne con Laethan Siannodel que los felicita por su buen trabajo y les entrega el dinero prometido por la entrega de las armas y una compensación extra por haber encontrado a Michael, algo que el archimago agradece ya que su tío se encontraba muy preocupado. Karvius le informa que encontraron también la armadura de Sir Bluro, pero Laethan teme que no puede ayudarlos con eso, la recompensa por la información del paradero de Sir Bluto es entregada en la Union Cormyr. Un oso se acerca a tomar el cofre con las tres armas para regresarlo al Colegio de Hechiceria de Agnaste.

Karvius y Vakilir deciden ir en busca de la recompensa y se despiden del resto del grupo. Tayoral toma su recompensa y les informa que se quedara en Acheron por si necesitan de sus servicios en un futuro. Tras esto, se despide y se va de la taberna. Davorin pregunta si hay alguna posibilidad de transformar a Carnoso. Laethan lo invita al Colegio para darle hospedaje a ambos y poder analizar al golem de carne. El mediano y la criatura se suben a un carruaje mientras Kieran y Lizes suben a otro que también se dirige hacia el Colegio. Finalmente se acerca un tercer carruaje donde solo viajara Michael por cuestiones de seguridad. Con una sacudida de riendas, los carruajes comienzan su marcha hacia el Colegio de Hechiceria de Agnaste y se pierden entre la niebla.