Localizaciones de las Estancias del Rey Thranduil


El tramo principal del Sendero Elfo acaba allí donde cruza el río del Bosque. Una larga avenida de árboles marca la llegada del camino al río, y un elegante puente de piedra de fabricación enana de un solo arco permite vadear las rápidas aguas. Al otro lado hay una pendiente cubierta de hierba, flanqueada por hayas, y la entrada a las estancias subterráneas de Thranduil.

El Sendero Elfo continúa, descendiendo hacia el oeste al pasar el puente, y luego volviendo a subir gracias a unos escalones que llevan a la cima de la colina. Desde allí el camino serpentea a través de angostos valles cubiertos de robles, manzanos, y bojs, hasta que llega ante el Roble Centinela. A la derecha del puente, el río del Bosque se despeña por una pequeña cascada y entra en un cañón en cuyo final se le une un arroyo más pequeño que sale de una caverna; este arroyo es utilizado por los elfos para botar sus botes, sus balsas y sus barriles.

Las Estancias del Rey Elfo están situadas en una serie de cavernas naturales excavadas por el río en un pasado distante. Cuando Amon Lanc era la capital del Reino del Bosque, las cavernas se utilizaban, al principio, como almacén, y más tarde como pabellón de caza. A comienzos de la Tercera Edad, Thranduil trasladó su trono al norte y convirtió las cavernas en su nuevo palacio: los elfos trabajaron en ellas para convertirlas en estancias luminosas y maravillosas, ayudados por artesanos enanos del norte, que horadaron la ladera para abrir nuevas cavernas, y excavaron pasillos de altos techos.

Para los recién llegados, las estancias pueden resultar algo confusas, pues siguen el flujo natural del agua: hay gran cantidad de pasajes secundarios, cavernas pequeñas, y túneles que salen de las estancias principales. En tiempo de guerra, la población entera del Reino del Bosque puede refugiarse en su interior.

Todos los pasadizos están iluminados con lámparas mágicas o con antorchas. El aire es limpio y fresco y no todos los túneles son estrechos o están aislados (a menos que estés encerrado en una de sus muchas celdas, claro).