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El xion es un extraño mineral con propiedades energéticas arcanas que trajeron consigo los Peregrinos una vez llegaron a Voldor dispuestos a su conquista. Su apariencia es la del cristal, aunque es más duro, casi tanto como el diamante. Puede adoptar cualquier color, adaptándose a las tonalidades presentes en el entorno más cercano. Así pues, el xion de una Torre de Fulgor emplazada en mitad de una densa jungla adquirirá una coloración verdosa. Cuando cualquier tipo de luz incide directamente sobre el xion, este adquiere una viveza sin igual, refulgiendo y emitiendo pulsos de energía lumínicos y calor, aunque solo la luz solar de Avor extrae todo el potencial del singular mineral.

La tecnología necesaria para manipular y construir estructuras de xion se perdió con los Peregrinos, pero se dice que los mida han sido capaces de avanzar en este campo, restaurando algunas de las antiguas máquinas de la raza de las estrellas. Originalmente el xion se presentaba en forma de cubos truncados que podían conformar estructuras más complejas, fusionándose unos con otros, como en el caso de las Torres de Fulgor. También era posible emplearlo como material conductor en maquinaria y como pilas de energía para alimentar artefactos, constructos e incluso armas como pistolas o rifles de rayos, ya que el xion es capaz de almacenar la energía lumínica recibida por un tiempo determinado. Igualmente, podía combinarse con diversos materiales, como el hierro, el acero o incluso el cristal de roca u otros minerales, para conformar todo tipo de aleaciones y forjar armas de filo.

Otra de las características más llamativas del xion es su radiactividad arcana, capaz de provocar alteraciones en los seres vivos que se arriesguen a una exposición prolongada. Grandes cúmulos de xion, como los presentes en una Torre de Fulgor, pueden provocar rasgaduras en los lienzos dimensionales, por las que penetra la energía negativa y arcana proveniente de planos paralelos. Esta cualidad permitió que dichas fuerzas impregnaran el mundo, posibilitando el uso de la magia y la psiónica en Voldor, así como de la nigromancia. Esto provocó alteraciones en el propio xion, volviéndolo mucho más inestable e impredecible. De ahí que algunas Torres de Fulgor resultaran destruidas, mientras otras continúan produciendo energía, al tiempo que el xion de unas pocas se transformó, adquiriendo propiedades sorprendentes. El xion es un excelente catalizador de energías mágicas y, por tanto, se utiliza en muchos artefactos. Además, es capaz de potenciar las habilidades psiónicas. Aún hoy es posible encontrar pequeñas cantidades de cubos de xion, ocultos en almacenes abandonados de los Peregrinos. También es posible encontrar armas y objetos de xion olvidados o en manos de poderosos individuos como reliquias.

Es muy peligroso manipular el xion de una Torre de Fulgor, y golpear una de estas estructuras para conseguir xion es poco menos que una insania, dada su extrema dureza, amén de que puede provocar una explosión nuclear arcana que destruya todo alrededor a kilómetros de distancia. Los cubos de xion son tan inestables como el cristal de las torres, y a veces aparecen agotados, en perfecto estado o alterados de manera que pueden producir cualquier efecto, incluso detonar por un uso indebido. Por todo ello el xion es tan escaso y valioso: no hay nada más apreciado que un cubo de xion.

Nadie sabe cómo se fabrica el xion, pero se cree que la sal es un ingrediente esencial, de ahí que los Peregrinos valoraran tanto la sal presente en los mares de Voldor.