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  1. Quests

Los pozos de Mabelith

Historia principal

De camino hacia los puertos de Último Puerto, encontraron en el vajra a Iimahyl junto a algunos guardias fórmigos, siendo atacados por un Khuul de las profundidades. Los héroes, aunque derrotaron a la criatura, solo pudieron ayudar a Iimahyl a sobrevivir que, tras recuperar el aliento, les propuso que le escoltaran hacia la tasca de Los Pozos de Mabelith, donde se tenía que reunir con Nurth Namaras para entregarle un pago. 

Así los héroes accedieron y acompañaron al fórmigo hacia el lugar. Allí observaron los pozos de gladiadores y gente variopinta que apostaba y peleaba contra diversos seres que guardaban en jaulas. Iimahyl parecía nervioso aguardando al contacto de las Lanzas de Lantamar e intentó distraerse con los combates. Lizety Redfox y Nidalenthelios aprovecharon para echar un ojo a la bolsa del fórmigo, con curiosidad sobre el pago que tenía preparado para aquél contacto de lantamar.

Entonces Nidalenthelios colocó su mano sobre la Piedra del alma, la cual le hizo revivir recuerdos de las vidas de otros seres, hasta que Lizety Redfox le sacó del trance. Conversaron sobre la piedra entre ellos, sorprendidos por lo acontecido y en un abrir y cerrar de ojos, explotaron dos bombas de humo a su alrededor y varios triceratops comenzaron a arrasar con las gradas del local. Pronto se recompusieron y trataron de frenar a las bestias descontroladas, siendo testigos de como una vípera, Suzalia, le cortaba el cuello a Iimahyl frente a sus ojos y se llevaba la bolsa con el artefacto. 

Tras conseguir detener a los triceratos se hicieron al camino, siguiendo unas enormes guerras de lagartos gigantes hasta la guarida de Glug Lodoverde, Groxi y Suzalia, que pretendían destruir el objeto. Por suerte, los héroes llegaron a tiempo y les detuvieron, acabando con la vida de los seguidores de la Orden de Saurania.

Con Iimahyl muerto, decidieron quedarse con la Piedra del alma e investigarla en el futuro, pues podría contener algún tipo de información que les pudiese servir en el futuro. Así sin mediar palabra con las Lanzas de Lantamar dirigidas por Nurth Namaras, se marcharon rumbo a Último Puerto para regresar a su hogar.