1. Journals

Capítulo 19: Entre las nubes

Sesión Online

Elevación


Una vez el castillo comenzó a elevarse, el grupo se dio cuenta que ya no había vuelta atrás. Sin muchas más opciones comenzaron a pasear por el recinto intentando conseguir algo de información. Primero decidieron ir hacia donde se dirigían las carretas que ingresaban desde Manpargast. Estas se dirigían hacia la zona noroeste del castillo y se estacionaban afuera. Allí pudieron ver como descargaban las cajas y las metían en una especie de almacén para luego abrirlas y sacar todo el oro que contenían. Una vez lo sacaban de las cajas, utilizaban unas carretas para transportarlos hacia la zona noreste donde se podía ver una especie de cueva. El grupo decide camuflarse entre la fila de trabajadores para poder ver a donde llevaban el oro y una vez que Gareth se rasga las vestiduras para esconder su anillo tras una venda, el grupo comienza a cargar las monedas.

Mientras avanzaban en la fila, una seguidilla de guardias se apostaban a ambos lados patrullado y supervisando a los trabajadores. Justo antes de que Grodish ingresara a la cueva, uno de los guardias detuvo a un trabajador y le revisó los bolsillos encontrando algunas piezas de oro. Inmediatamente otro de los guardias le atravesó el cuello y lo tiró a un costado del camino, haciendo una seña al resto para que continúe. La fila continuo su camino hacia la cueva y una vez dentro el grupo se quedó atónito, nunca en sus vidas habían visto tanto oro junto en un solo lugar. Los trabajadores se adelantaban con sus carretas, dejaban el contenido en alguna de las montañas de monedas y tesoros y regresaban a buscar más. De pronto la cueva comenzó a sacudirse y desde el techo pudieron ver la cabeza de un dragón blanco que observó el interior de la cueva y se alejó. Uno de los guardias se acercó hacia Gareth y le indicó que continúe su camino.

Una vez que el grupo salió de la cueva se percataron que del lado derecho había tres puertas que llevaban a algunas construcciones. Decidieron aprovechar el alboroto para meterse en la primera mas cercana al este del castillo. Allí se encontraron con un salón principal con muebles muchísimo más grandes de lo normal y al momento se dieron cuenta del motivo. Dos gigantes provinieron de una habitación contigua y les preguntaron que hacían ahí dentro. Vondal les comenta que se perdieron y los gigantes les piden que se retiren porque quieren cenar con tranquilidad, pedido que el grupo cumple sin cuestionamientos. Dirigiéndose a la siguiente puerta, el anillo de Gareth comienza a brillar debajo de la venda, lo que solo puede significar una cosa. Sin embargo al encontrar la puerta cerrada deciden dirigirse a la puerta del oeste. Allí no encuentran nada más que una habitación completamente en ruinas. El paladín comienza a golpear las paredes en busca de un punto hueco y el resto comienza a hacer lo propio, tras unos segundos Arannis logra encontrar una parte hueca y Vondal la destruye de un golpe seco con su Martillo de Guerra.

Atthick


Pasando por el agujero que quedó en la pared, el grupo se encuentra con un pequeño espacio en el que casi no caben todos juntos. En el espacio se encuentran una escalera que lleva a un segundo piso y una cortina que separa la escalera de lo que parece ser una habitación de descanso. El anillo de Gareth comienza a brillar aun con mas potencia, por lo que Vondal decide asomar la cabeza y una voz potente retumba en la sala "No pudieron con su propio fracaso. ¿Donde los llevo eso? De vuelta hacia mi" profirió Atthick levantándose de su asiento y acercándose unos pasos junto a sus dos escoltas drake. El grupo comenzó a salir lentamente de la cortina, uno a uno para enfrentarse cara a cara con la semidragón. La tensión comenzó a inundar el ambiente mientras ambos anillos brillaban con intensidad. El grupo exigió a Atthick que les indicara donde se encontraba Mark a lo que la bestia respondió "Tendrán que averiguarlo por ustedes mismos". Gareth desenfundó su espada con rabia y los drakes comenzaron a gruñir ante el movimiento del paladín. "Que así sea" dijo Atthick mientras desenfundaba su arma y se acercaba lentamente hacia el grupo.

Grodish se interpuso en el camino de la semidragón y comenzó a atacar sin piedad, mientras el resto lidiaba con los drakes. El espacio reducido hacia muy difícil rodear a la bestia, por lo que Grodish tuvo que mantenerla a raya solo con la ayuda de los flechazos de Arannis. Gareth utilizó inmovilizar persona para poder retenerla por unos segundos. Eso le proporciono ventaja al semiorco que logró hacerle bastante daño. La ventaja no duró demasiado ya que luego de unos segundos la semidragón logró liberarse del conjuro. Inmediatamente preparó sus fauces para lanzar una lluvia de ácido que logró hacer daño a los mas cercanos a la bestia. El paladín intentó utilizar el conjuro por segunda vez pero Atthick sacó una máscara que habían visto anteriormente y en el preciso instante en que se la colocó, la habitación fue consumida por una oscuridad mágica.

El grupo comenzó a atacar por instinto hacia los lugares donde se creían que se encontraban las bestias. Por suerte las bestias hacían ruidos muy particulares aunque intentaban ser lo más silenciosas posibles. Grodish sin embargo mantenía a Atthick adelante suyo y no dejaba que se aparte. El semiorco le gritó a Arannis que dispare y la semielfa apuntó y disparó un flechazo impulsado solo por su instinto que logró romper la concentración del conjuro de la semidragón desactivando la oscuridad. En ese momento pudieron ver que Deib se encontraba inconsciente en el suelo y Grodish estaba muy malherido aunque seguía aguantando. La semidragón, notablemente lastimada, contraatacó con otra lluvia de ácido que logró tumbar a Grodish y Arannis. Por otro lado, Vondal destruyó la cabeza de uno de los drakes.

Atthick cayó de rodillas completamente exhausta  y viéndose casi derrotada comenzó a golpear al semiorco que ya se encontraba desmayado. Gareth tuvo que elegir entre ayudar a Grodish, acabar con Atthick o curar las heridas de Deib que se encontraba desangrándose y optó por lo último. Vondal intentó rematar a la semidragón mientras Vilaris intentaba saltar por encima de un caldero para ayudar a Arannis, pero ambos erraron en sus cálculos. Una vez que pudo ayudar al bárbaro, Gareth vio como la semidragón clavaba su espada en el pecho de Grodish mientras sonreía. El paladín empuño su espada con ambas manos y le atravesó el pecho a la semidragón que cayó tumbada al suelo y con su último aliento llegó a decir las palabras "Ya es demasiado tarde. Por Tiamat". Gareth se acercó al cuerpo de la bestia y con una expresión de furia y asco levantó su espada y separó la cabeza de su cuerpo para luego colocarla en su mochila.

Secuelas


Luego de tomar un descanso y realizar una pequeña oración por Grodish, Vondal tomó la espada del semiorco con la empuñadura grabada con su nombre y prosiguieron a investigar el lugar en busca de algo que fuera de ayuda. Vilaris tomó la mascara y la colocó en su morral, mientras Deib hizo lo propio con el arma de la semidragón. Vondal tuvo la intención de abrir un cofre que se encontraba al final de la habitación pero antes que incluso pudiera tocarlo, el mismo se desmaterializó delante de sus ojos. En ese mismo instante, Vilaris sintió que su morral perdía peso y cuando lo abrió notó que la máscara había desaparecido. Gareth encontró un libro titulado
"La victoria del solsticio", un libro teórico sobre rituales ceremonias. El último capítulo era el más llamativo, el mismo detallaba un ritual para liberar a Tiamat de los Nueve Infiernos mediante el sacrificio de cientos de almas y que debe ser realizado el día siguiente al solsticio de invierno. Lamentablemente, el libro solo describe la teoría, pero no la práctica, por lo que no hay ningún tipo de instrucciones que describan como realizar dicho ritual.

Una vez revisan toda la habitación, se dirigen hacia las escaleras para subir hacia el segundo piso. Allí se encuentran con una habitación circular y enorme, y en el centro una llamá azul iluminando todo el recinto. Las escaleras en forma circular están rodeadas por un muro de unos 10 pies de alto que los ocultan de la vista de tres ogros que custodian las entradas a las puertas. El grupo decide escabullirse hacia la puerta mas cercana, pero en el momento en que Gareth y Vondal están por ingresar sus armaduras hacen ruido y alertan a uno de los ogros. Rápidamente todos ingresan a la habitación donde se encuentran con un anciano que les pregunta que hacen allí. Este les dice que es un prisionero de los gigantes y les pide ayuda. Pero antes de que puedan contestarle, el piso comienza a temblar y una voz retumba fuera de la habitación pidiéndoles que salgan. Vondal se adelanta y habla con el gigante de hielo diciéndole que forman parte del Culto y que se perdieron. El gigante duda, pero termina creyendole aunque les pide que se retiren y no vuelvan. El grupo vuelve a la habitación de Atthick y comienza a preparar todo para pensar en su siguiente paso. Deciden dejar el cuerpo de Grodish en las escaleras y esconder el de la semidragón en la habitación con escombros.

Una vez arrastraron el cuerpo, comenzaron a pensar en el siguiente paso cuando de pronto la mochila de Gwyreth comenzó a moverse y de ella se materializó el anciano que habían encontrado arriba. El anciano, llamado Zivior, les explicó que proviene del Colegio de Hechiceria de Agnaste y que fue capturado por el Culto hace un tiempo, al verlos reconoció al instante que no pertenecían al Culto y sintió que era su oportunidad para escapar. Zivior les comenta también que los gigante están ayudando al Culto por gusto, sino por conveniencia y de hecho algunos aborrecen al Culto del Dragón. Con esta nueva información, los planes del grupo cambian y creen que quizás, si conocen las motivaciones de los gigantes, podrían convencerlos de romper su alianza.Vondal decide entonces probar suerte hablando con la pareja de Gigante de las Nubes que se habían encontrado antes.

Cuanto más grande son...


El enano se acercó y golpeó la puerta. Luego de unos instantes una voz estruendosa preguntó quien era. El clérigo le comentó que solo le robaría unos minutos de su tiempo y al instante la puerta se abrió, el gigante dejó pasar a Vondal y automáticamente cerró la puerta. Varios minutos transcurrieron desde ese momento, Gareth incluso intentó escuchar a través de la puerta pero solo registró un dialogo bastante calmado en un idioma que dedujo que era gigante. Pasados unos quince minutos, Vondal salió del recinto y les hizo una seña para que vayan hacia la habitación con escombros. Allí, el enano comenzó a contarles lo que había hablado con el gigante.

Hace siglos, los gigantes se fueron separando por diferencias que tenían entre ellos. Cuando Tiamat se convirtió en una amenaza, todos los gigantes se volvieron a reunir y cooperar para acabar con el reinado del dragón. Luego de salir victoriosos y encerrar a Tiamat, en los Nueve Infiernos, los gigantes decidieron volver a convivir pero al poco tiempo una disputa por el trono ocasionó que los gigantes volvieran a separarse. La alianza con el Culto del Dragón, se debe a que algunos gigantes creen que el regreso de Tiamat unirá al pueblo nuevamente. Estos creen que pueden derrotarla fácilmente por lo que no les supone ningún problema las intenciones del Culto. Incluso también, el gigante de las nubes le comentó a Vondal que el pueblo ya está haciendo movimientos en la zona del este de los Reinos Ereseos. Gareth indica que Daemon le comentó algo sobre un ataque de gigantes en la ciudad de Nighstone que un grupo de la Alianza de los Lores fue a investigar, cree haber escuchado además que Petros formaba parte de ese grupo por lo que podrían preguntarle si sabe algo más.

Con esta nueva información, el grupo cree que lo mas conveniente seria intentar convencer al gigante que no necesita al Culto del Dragón, aunque creen que es algo que puede llegar a salir mal. En ese momento, Zivior les indica que el tiene otras ideas, la llama azul que flamea en la habitación de arriba es lo que hace posible que el castillo vuele y según el hechicero al destruirla ocasionarían que el castillo caiga del cielo destruyéndose. La otra opción seria buscar al dragón blanco y matarlo, generando un revuelo en el castillo para distraer y escapar. Luego de debatir por unos minutos, el grupo decide que la mejor opción es destruir la llama antes y correr evitando el combate.

…más fuerte es la caída.


Los intrépidos aventureros ascendieron con sigilo por las escaleras, decididos a destruir la llama que controlaba el castillo. Sin embargo, sus planes fueron descubiertos por el imponente Gigante, quien atacó sin piedad. A pesar de su valentía, el Gigante de las nubes no fue rival para el coraje y la habilidad de los héroes, que lucharon con determinación y aprovecharon cada oportunidad para ganar ventaja en la batalla. Finalmente, Zivior, con una bola de fuego, hizo pedazos la estructura del castillo en el mismo instante en que el Gigante fue vencido.

Pero la victoria fue efímera. Apenas unos segundos después, el suelo comenzó a temblar y los aventureros se dieron cuenta de que habían destruido el centro de mando del castillo y ahora estaba cayendo en picada. Con la adrenalina aún bombeando en sus venas, se prepararon para el impacto. Después de varios minutos de caída libre, el castillo finalmente se estrelló contra el suelo, reducido a escombros. Ningún sobreviviente del choque fue encontrado.

Los héroes buscaban desesperadamente el cuerpo de Grodish, el valiente guerrero que había luchado con ellos hasta el final. Finalmente, lo encontraron junto a su espada, en cuyo mango estaba tallado su nombre. Los héroes le dieron un entierro digno, honrando su memoria por haber sido un verdadero héroe.

Con la cabeza llena de pensamientos, los aventureros comenzaron a caminar hacia la ciudad de Valmont para poder informarle a Petros de las buenas noticias y de las no tan buenas. Mientras avanzaban, un súbito rugido los hizo girar en dirección al cielo. Allí, en lo alto, un majestuoso dragón blanco volaba hacia el horizonte, desvaneciéndose poco a poco en la distancia.