1. Journals

Capitulo 11: Cadena de favores

Sesión Online

La fortaleza


Con las puertas de la fortaleza cerradas y completamente custodiadas, el grupo recibe asistencia. Vondal una vez recuperado utiliza su magia para curar a sus compañeros y algunos soldados y civiles que se encontraban recuperándose. El salón principal de la fortaleza estaba lleno de gente herida de diferente gravedad. Por suerte se encontraba en el centro de la ciudad por lo que la mayor parte del pueblo logro refugiarse dentro de las murallas. El grupo estaba ayudando cuando un hombre en una túnica azul se acercó hacia ellos. Se presentó como el Gobernador Nighthill, mandatario de Greenest. El hombre les preguntó como habían llegado al pueblo y les agradeció por haberse quedado a ayudar. 

El Gobernador les indicó que el ataque los tomó por sorpresa y que todavía no pueden creer lo que esta sucediendo. Cuando Vondal le pregunta si sabe quien está detrás de todo esto, Nighthill le pide que lo acompañe. Este los guia hacia una posición alta desde donde se puede ver toda la ciudad y les señala la plaza central donde el grupo puede ver a una mujer rodeada de alrededor de una docena de guardias y algunos kobolds. El Gobernador les indica que cree que la mujer está comandando a los cultitas y los kobolds que están atacando la ciudad y les pide un favor, necesita capturar a uno de los atacantes con vida para obtener información y ya que ellos son los guerreros más capaces de la ciudad les ofrece ayuda a cambio de que lo consigan.

Interrogatorio


El grupo acepta y son guiados por Nighthill hacia una entrada a unos túneles que llevan a una salida secreta de la fortaleza. Desde esa ubicación, el grupo puede llegar a ver una pequeña casa que esta siendo saqueada. Vondal se adelanta e intenta abrir la puerta que apenas es tocada por el enano cae de lleno hacia adentro alertando a cinco kobolds y dos Unknown que se acercan por el ruido. Los kobolds se abalanzan sobre el enano pero una flecha pasa por encima de su cabeza clavando a dos de ellos en la pared. Inmediatamente Arannis vuelve a lanzar otra flecha hacia otro de los kobolds. Mientras Vondal y Gwyreth acaban con el resto. Naco incinera a los drakes para que Fen finalmente los remate. Asegurándose de haber dejado a uno inconsciente, lo atan para llevarlo ante el Gobernador. 

Este los lleva a una sala donde sientan al kobold para interrogarlo. Aunque al principio la criatura se niega a cooperar, Vondal y Gwyreth comienzan a golpearlo en las rodillas lo suficiente para que suelte algo de información. El kobold les dice que están bajo el mando de la mujer a la que conocen como la Dama de los Dragones, quien les prometió quedarse con las cosas de valor que saqueen de la ciudad. Pero jura que no sabe más que eso y tras interrogarlo por más tiempo deciden que está diciendo la verdad. Una vez que el kobold termina de hablar, el Gobernador hace una seña para que los guardias terminen con él. Este les agradece la ayuda. Vondal le pregunta si tienen algo en la ciudad que pueda llegar a ser de valor para la Dama pero el Gobernador asegura que no hay nada en el pueblo que pueda interesarles por lo que no pueden hacer ninguna negociación y tendrán que defenderse hasta que se retiren.

El templo


En cuanto a la defensa, el Gobernador les indica que recibió noticias de que el general del ejercito de Greenest, Mark, se encuentra barricado en el templo de San Cuthbert con un grupo de civiles y le pide al grupo que vaya a rescatarlo. Vondal acepta la oferta a cambio de algo de oro. El Gobernador le indica que no tiene demasiado pero que podrá conseguir algo para ofrecerles, además de un carruaje nuevo. El grupo vuelve a retomar el túnel hacia el pueblo mientras le reprochan al clérigo el hecho de que le haya pedido oro al Gobernador luego del ataque que está sufriendo la ciudad, aunque el enano se defiende diciendo que lo necesitan. El intercambio continua por unos minutos hasta que se topan con una escena particular, el templo se encuentra rodeado en sus dos entradas y una patrulla conformada por cultistas, kobolds y drakes rodea el recinto dando vueltas.

Tras analizar el escenario, Gwyreth decide conjurar paso brumoso para aparecer en el tejado del templo y lanzar una soga para que el resto suba. La estrategia resulta mejor de lo planeado y todos pueden llegar a subir al techo sin levantar sospechas. Una vez arriba notan que las ventanas del campanario están completamente tapeadas por lo que tras meditar cual seria la mejor opción, Vondal se adelanta y rompe una madera de un martillazo. Luego de esperar unos segundos y notar que el ruido pasó desapercibido, Arannis se ofrece a bajar al templo desde una soga. 

Ni siquiera llega a tocar el suelo cuando un grupo de soldados la detiene y comienza a interrogarla. La exploradora trata de convencerlos que fue enviada por el Gobernador, pero Mark le pregunta por el nombre y la semielfa no lo recuerda. El resto del grupo comienza a bajar por la soga, pero ninguno es capaz de recordar el nombre del Gobernador aunque si logran convencer a Mark de que el los envía para rescatarlos. El templo está lleno de civiles y rodeado por criaturas que intentan entrar por el norte y el sur. Aunque intentan escapar, Mark insiste en resistir mientras los civiles escapan por el techo. Aunque en un principio creen que no sobrevivirían al ataque, Gwyreth les hace notar que si mantienen las entradas y evitan el aglomeramiento dentro del templo podrían tener la ventaja y hacer las cosas mas fáciles, por lo que deciden tomar esa estrategia. 

El grupo comienza a ayudar a algunos civiles a evacuar el templo mientras escuchan como las puertas son golpeadas constantemente. Tras ayudar a algunos de los civiles, las puertas comienzan a ceder y el grupo se prepara en las entradas para defender la zona. Arannis y Gwyreth en la puerta norte con ayuda de algunos de los soldados de Mark. Fen, Vondal, Naco y el general en la puerta sur. Tras unos segundos de espera y silencio, ambas puertas se abren al unísono y una horda de criaturas intenta llegar hasta el centro del templo. La batalla dura unos pocos minutos, y sin muchos sobresaltos el grupo y los soldados logran acabar con todos los atacantes, dejando el paso libre para que los civiles puedan volver a la fortaleza sanos y salvos.

El molino


Mientras están regresando notan que los guardias están defendiendo en las murallas y acabando con varios de las criaturas que la rodean. Nighthill los recibe agradeciéndoles a todos por la ayuda. Sin mediar palabra, Gwyreth se dirige hacia las murallas y se une a los soldados que están defendiendo. Mark le comenta a Nighthill que gracias a la ayuda del grupo pudieron salvar el templo y a los civiles que allí se encontraban y aprovecha para pedirles disculpas por dudar de ellos.  El Gobernador le informa a Mark que hay otro problema que necesita resolverse lo antes posible: un grupo de asaltantes esta incendiando el molino, la principal fuente de alimentos de Greenest. El grupo escucha la situación y se ofrece a ayudar a liberar la zona. Arannis va a buscar a Gwyreth y una vez que estan todos reunidos siguen a Mark hacia el molino.

Al llegar se encuentran con algunos cultistas y kobolds que están comenzando un incendio e intentando entrar. Separandose por distintos flancos para no ser rodeados, el grupo con la ayuda de Mark no tarda mucho tiempo en acabar con el grupo de alborotadores. Vondal entra al molino en busca de algún sobreviviente, pero lamentablemente solo encuentra cadáveres de civiles que intentaron defender el molino a toda costa. Gwyreth sugiere que deberían llevar unas bolsas de maíz a la fortaleza para mantener el asedio. Llevando todo lo que les es posible vuelven a la fortaleza con alimento. Apenas entran al lugar, Gwyreth deja la bolsa y vuelve a las murallas donde comienza a alentar a los soldados a que ataquen sin descanso.

El semidragón


Nighthill se queda sin palabras para agradecer la ayuda de los héroes. La cantidad de gente salvada y la liberación del templo y del molino podrían ser la clave para poder reconstruir Greenest una vez que el ataque termine. El Gobernador se encuentra elogiando al grupo cuando Gwyreth baja con cara de preocupación y les indica que hay algo que deberían ver. El grupo asciende rápidamente a las murallas para un pequeño ejercito de kobold rodeando a una figura de unos dos metros de alto. Una semidragón
 sale de entre la nube de polvo y detrás de ella trae cuatro prisioneros, dos niños y dos bebes que son trasportados por kobolds. "Hoy me siento generosa.." comienza a hablar la semidragón, "Por lo que dejare vivir a estás criaturas si el campeón de Greenest me vence en combate". 

El grupo se mira tratando de encontrar una solución, ninguno de ellos podría vencer a una semidragón en solitario, quizás en equipo tendrían una oportunidad pero apenas otra criatura se interponga entre ellos la semidragón acabaría con los rehenes. Es en ese momento de duda cuando la semidragón le hace una seña a uno de los kobolds y este asesina a uno de los bebes. Al ver esto, Vondal corre hacia la entrada y comienza a caminar hacia la criatura que se acerca hasta estar uno enfrente del otro. La semidragón se ríe del enano que lo mira con odio. "Me gustaría saber el nombre de la persona que voy a matar" suelta la semidragón. "Mi nombre es Vondal el Sabio, pero no voy a morir esta noche" responde el enano empuñando su martillo. La semidragón toma su arma y se pone en posición. Tras unos segundos intercambiando miradas ambos comienzan a batallar.

Segunda oportunidad


El semidragón ataca primero pero Vondal, que estaba esperando el ataque, esquiva y contrataca rápidamente contra la bestia que recibe unos buenos martillazos además del los ataques del arma espiritual. Sin embargo, la semidragón se mantiene firma a pesar de haber recibido varios golpes. Al momento de contraatacar agarra desprevenido al clérigo que recibe una oleada de ataques que lo dejan bastante mal herido. El clérigo toma fuerzas y ataca nuevamente a la bestia pero a pesar de golpearlo con firmeza está no parece inmutarse. Tras golpear al enano nuevamente, la semidragón comienza a inflar su pecho y un fuego azul sale de su boca con tal impulso que llegó a alcanzar a Gwyreth y Naco que se habían acercado hasta la puerta, dejando al joven inconsciente. La semidragon se acerca al clérigo y le coloca un pie en el pecho imposibilitando su movimiento. Con una expresión de desprecio en el rostro que se llega a notar incluso en sus facciones draconicas, la bestia lo mira a los ojos y dice una sola palabra: "Patético", y tras esto clava su lanza en el pecho de Vondal. 

Un pequeño Gareth comienza a revolotear por un prado verde corriendo de un lado a otro. El niño corre mientras lanza ataques con una espada de madera hasta que es detenido por Olav que le pasa la mano por su cabeza despeinandolo. De pronto Vondal escucha una voz detrás suyo y al darse vuelta se encuentra con Findolin que le dice que luchó bien pero que todavía no es su hora, tiene mucho por hacer. El enano le pide perdón por no haberlo salvado, pero Findolin le dice que no fue su culpa y que vaya tranquilo que algún día se volverán a ver, pero no ahora. Es allí cuando Vondal abre los ojos y se encuentra en una cama, rodeado de Arannis, Fen, Gwyreth y Naco que le cuentan lo ocurrido, luego de la batalla la semidragon libero a los rehenes restantes y se fue de la ciudad con todo su ejercito. El grupo decide que tendrán que seguir el rastro que hayan dejado pero más adelante, ahora es momento de recuperarse.