La llegada
Divisando Waterdeep a lo lejos, el grupo puede observar que las entradas a la ciudad están mucho más custodiadas de lo habitual. Preparan sus identificaciones falsas y se dirigen hacia las puertas del distrito comercial. Para no levantar sospechas deicden ir en tres grupos, Fen y Gareth intentan ingresar primero. Dos guardias alabarderos parados en cada costado los detienen, les piden los documentos y les preguntan que los trae a la ciudad. Fen les indica que están de visita, pero el guardia le indica que por los acontecimientos recientes solo pueden ingresar personal esencial, residentes y comerciantes. El semielfo indica que el es un comerciante, motivo por el cual el guardia le pide su permiso de comercio. Fen intenta persuadirlo para que lo deje pasar pero el intento es inútil. Resignados, deciden buscar a alguien que tenga un permiso pero no logran dar con ninguno.
Ingreso
Vuelven con el grupo para informarles que deben ingresar como habitantes de Waterdeep por lo que modifican sus identificaciones. Vondal y Gwyreth deciden probar suerte en la puerta del distrito comercial. El semielfo se acerca e informa que ambos regresan desde Baldur's Gate donde fueron a visitar unos amigos. El guardia les pide sus identificaciones. Chequea la de Gwyreth y lo deja pasar. Cuando toma la de Vondal comienza a inspeccionarla, luego lo mira al enano, luego a su compañero y luego le echa una mirada a la identificación. Le indica al enano que su identificación lleva escrito Waterdeep con i latina y que no posee el sello de los Lores de Waterdeep. Aunque Vondal les dice que no sabe como pudo pasar eso, el guardia le indica que el y su compañero los tendrán que acompañar.
El resto ve la secuencia desde lejos y creen que algo anda mal por lo que deciden apresurarse y se dirigen a la entrada sur. Allí, Fen y Gareth se acercan y entregan sus identificaciones. El paladín intercambia unas palabras con el guardia y comenta de donde provienen y este les indica que pasen y les da la bienvenida. Luego se quedan cerca esperando a Thrud y Vilaris que pasan sin inconvenientes. Una vez reunidos, Gareth les indica que deben apresurarse para asegurarse de que Vondal y Gwyreth no están en problemas, pero Thrud indica que esta muy cansado y se retira a la taberna y Vilaris les indica que tiene otros asuntos mas importantes que atender en la ciudad y se despide deseándoles suerte con lo que se propongan. Gareth decide no perder tiempo y se acerca a un comerciante que está levantando su puesto para preguntarle si vió a un enano y un semielfo siendo escoltados por un guardia. El comerciante le indica que probablemente los hayan llevado al cuartel para interrogarlos, el paladín le agradece la información y promete comprarle algo al día siguiente. Cuando Fen es informado, decide ir a la Estación Principal de Waterdeep. Gareth le pregunta que tiene en mente y el semielfo le responde que va a rescatar a sus compañeros. Aunque el paladín no esta muy seguro de que vaya a funcionar cree que acercarse a la estación no seria prudente y deja todo en manos de Fen.
La estación
El bardo se adentra en la estación y se acerca a uno de los escritorios donde un guardia que estaba organizando unos archivos lo recibe. Fen pregunta por un enano y un semielfo traídos recientemente y el guardia le indica que están apresados por portar documentación falsificada. Aunque intenta persuadirlo de que esto es incorrecto, al no poder convencer al guardia, Fen utiliza un conjuro de hechizar persona y manipula al guardia para que los libere intercambiando las identidades con otros prisioneros. El guardia se levanta de su asiento, busca unos documentos y se dirige a la celda para liberar a Vondal y Gwyreth dandoles sus nuevas identidades: Miguel Atkins y Kent Griffin respectivamente. Una vez liberados, deciden ir al Templo de Pelor antes de que el conjuro de Fen se termine.
El templo
Pasada la medianoche llegan a la entrada del templo. Fen decide entrar primero sigilosamente para descartar que alguien los esté esperando, Gwyreth decide ir detrás de él por si acaso. A los pocos minutos ambos salen con una expresión compungida. Antes de que digan nada Vondal y Gareth se apresuran a entrar y se encuentran con una escena desgarradora, el templo totalmente saqueado y vacío. Todas las estatuas de Pelor desaparecidas, tomos, libros con cientos de años de antigüedad, muebles, pergaminos, historia entera, todo perdido. Vondal cae arrodillado y comienza a rezar mientras el paladín observa la escena desgarrado intentando encontrar respuestas. Algunos ropajes de monjes manchados de sangre seca dan indicios de alguna batalla o resistencia en defensa del templo que al parecer no tuvo éxito. El enano se levanta sin mediar palabra y se dirige a sus aposentos, donde intenta comunicarse con Pelor.
Es en ese momento cuando por la ventana, Vondal puede ver como comienzan a caer copos de nieve, en pleno verano. Tres golpes se sienten desde la puerta, al abrir Vondal se encuentra con Gareth que le pregunta si vió lo que estaba ocurriendo y que solo podía significar algo, cada vez tenían menos tiempo. Fen y Gwyreth aparecieron preguntando que estaba ocurriendo. Vondal se acercó hacia un estante que se encontraba en la habitación y lo presionó uno de los libros. Inmediatamente el estante se abrió dando a descubrir una pequeña puerta de madera. Al abrirla una escalera caracol se presentó ante ellos. Vondal les pidió que lo siguieran mientras les comentaba que la profecía estaba cada vez mas cerca de cumplirse. Finalmente bajaron hacia una sala grande que el enano mantenía en secreto y donde guardaba los tomos mas antiguos y las cosas que no podía perder. Gareth se sorprendió al conocer esta habitación de la que nunca había siquiera escuchado hablar. Luego de ponerse al día sobre la profecía el grupo decide descansar y al día siguiente planear el siguiente paso: encontrar a Findolin
La exploradora
La mañana siguiente los encuentra con el mismo clima extraño de la noche anterior. Una vez que el grupo sale de la habitación secreta, Vondal se dispone a cerrarla cuando de pronto comienzan a escuchar ruidos extraños. Esperaban encontrarse a Thrud o Vilaris, o ambos llegando al templo luego de terminar "sus asuntos" pero lo que se encuentran no estaba en sus planes. Una semielfa de pelo rojizo se encontraba buscando algo entre los restos del templo. En el preciso instante en que el grupo entra en la habitación y llega a verla, la extraña tensa su arco en un movimiento casi imperceptible por la velocidad mientras del otro lado de la habitación Gareth y Vondal desenfundan sus armas. "Espero que tengas una explicación convincente para hacer lo que estas haciendo" le dice el enano con el martillo de guerra en sus manos. Al reconocer a Vondal, la semielfa baja su arco. "Mi nombre es Arannis, y se sobre la profecía, Vondal" responde la semielfa y logra que el clérigo y el paladín bajen sus armas y la dejen hablar.
Arannis les comenta que últimamente con la llegada de la Orden del Guante ha estado escuchando rumores sobre la Carta de Gareth a Vondal y a partir de esto a estado investigando desde entonces todo lo que estuviera relacionado. Así es como llegó a saber que Vondal estaba completamente involucrado en detener lo que la profecía vaticina y en el momento en que iba a hablar con el enano sucedió la trágica explosión en al estación. La semielfa estaba segura que tendrían no fue un acto maligno e intentó ingresar al templo para investigar que era lo que había pasado pero le resultó imposible los primeros días por lo que decidió investigar por la ciudad. Cuando la noche anterior comenzó a nevar decidió y con la certeza de que la profecía era cierta, decidió acercarse al templo y lo encontró completamente vació por lo que estuvo tratando de descifrar que había sucedido durante la noche hasta que el grupo se encontró con ella. Vondal la invita a desayunar con ellos para poder tener una conversación mas profunda.
Sentados en la mesa, Fen viene de lo que antes era la cocina del templo con una botella de vino y dos copas. Vondal le pregunta de donde sacó eso pero el semielfo le informa que la encontró por ahí en uno de los estantes de las cosechas antiguas. El enano le arrebata la botella indicándole que esa botella es invaluable para ocasiones especiales, pero la semielfa le comenta que quizás con todo lo que esta pasando podría considerarse una ocasión especial. Vondal lo piensa, y decide servir las dos copas dándole una a Arannis y tomando el la otra. Fen, resentido, utiliza magia arcana para que Vondal le sienta gusto a excremento de oso al vino y aunque el enano lo nota intenta evitar mostrarse asqueado solo para no darle el gusto al bardo. Fen luego hace aparecer una rosa y se la entrega a la semielfa que le echa una mirada desaprobadora. Gareth intenta darle un correctivo a Fen, pero este, alerta a la intervención del paladín por la anterior corrección en la Mansión Gralhund, logra esquivar el golpe y se burla haciendo un pase de baile. Aunque se detiene al ver que Arannis le apunta con el arco tensado y le pide que deje los juegos. El semielfo le pide disculpas si la ofendió, disculpas que Arannis acepta, pero le advierte que no vuelva a hacerlo y Fen asiente.
Siguiente paso
Convencidos de que el siguiente paso es encontrar y rescatar a Findolin, el grupo decide dividirse para recabar información. Gareth y Vondal se dirigen al mercado donde el paladín vuelve a cumplir su promesa con el carnicero enano que lo ayudó el día anterior. Ademas de comprarle algo como había prometido, Gareth hace un trato con el comerciante para intercambiar información valiosa y pactan encontrarse el segundo y ultimo fireday de cada mes respectivamente. El paladín le entrega 5 piezas de oro para cerrar el trato y Dunal le otorga carne de osobuho además de indicios de que Findolin podría estar encerrado en el castillo de Valiria. Fen, Gwyreth y Arannis hablan con sus contactos para que consigan cualquier información por la ciudad pero ninguno consigue nada de momento. Para matar el tiempo esperando la información, Vondal propone intentar seguir la pista del tesoro de Nevermind, por lo que esa noche Gareth duerme con la Piedra de Golor para refrescar la memoria sobre la ubicación del mismo. Pero la piedra no solo le recuerda la ubicación del tesoro, sino que está siendo custodiado por una criatura especial: un dragón llamado Aurinax.